¿Nuevo milagro antigrasa?

Buenas noticias para después de Navidad y sus excesos.

Los investigadores extranjeros, aquí ya quedan pocos, tienen una nueva opción para disminuir la grasa acumulada en el organismo a través de una pastilla que en el intestino simula que hemos comido y estimula los mecanismos para iniciar el consumo de grasa almacenada.

Es la nueva promesa “antiobesidad”, ante las alarmantes cifras de estadounidenses que padecen esta enfermedad. Los científicos estadounidenses, austríacos y suizos del prestigioso Instituto Salk han desarrollado un medicamento para luchar contra la obesidad y comer sin miedo a engordar.

Las pastillas contienen un compuesto químico, la fexaramina, que contribuye a estimular al cuerpo para que queme grasa, aunque no se haya consumido ninguna caloría. De momento, solo se ha demostrado su eficacia en ratones, en un estudio que acaba de ser publicado en la revista Nature Medicine.

En dicho artículo, los científicos del Instituto Salk y su líder, Ronald Evans, explican que la clave de este compuesto es actuar “como una comida imaginaria” que “envía las mismas señales que normalmente ocurren cuando se come una gran cantidad de comida. El organismo se prepara para dejar espacio para almacenar nuevos alimentos, pero en realidad no hay nuevas calorías y no hay cambios en el apetito”.

Una de las grandes ventajas de este medicamento no son ni el efecto saciante ni el estímulo de la cafeína, sino que este compuesto no se disuelve en el torrente sanguíneo. Solo actúa al llegar al intestino, eliminando así otros posibles efectos secundarios que se puedan producir.

Pero la mejor noticia para la investigación, sin duda, han sido los resultados. Aparte de que todos los ratones tratados redujeron su peso y mejoraron en todos los problemas relacionados con la obesidad, el colesterol descendió, la glucosa se mantuvo a raya y se minimizó la inflamación, un marcador relacionado con el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

El siguiente paso ahora será realizar un ensayo clínico en humanos para demostrar la eficacia de este medicamento. Si el resultado es el mismo, lo ideal sería que las personas con sobrepeso tomaran una pastilla diaria para mantener bajo control la báscula. Aunque, como advierten los propios expertos, lo ideal sería que fuese un complemento dentro de un plan para adelgazar que incluya actividad física y una dieta razonable, ya que una de las principales razones de la obesidad es la ingesta “emocional” de los alimentos, en la que se abusa del consumo de grasas para compensar otros problemas emocionales.

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Eso está en futuros. En presentes toca disminuir calorias y aumentar ejercicio, como todos los principios de año y como todos los lunes. ¿No os parece tristemente así?