Mi primer whisky

33 respuestas
    #1
    G-M.

    Mi primer whisky

    Acabo de terminar una novela apasionante, "Rapsodia Gourmet" de Muriel Barbery (la afamada autora de "La elegancia del erizo").

    Habla de las reflexiones durante las últimas 48 horas de vida de un moribundo que resulta ser el mejor crítico gastronómico del mundo en la ficción. Durante esos instantes finales busca desesperadamente en sus recuerdos un sabor, un alimento, haciendo un recorrido por las experiencias gastronómicas de su infancia y juventud.

    En este extracto le toca al whisky:

    Ya sólo el olor desconocido me turbó sobremanera. Qué extraordinaria agresión, qué poderosa explosión, abrupta seca y afrutada a la vez, como una descarga de adrenalina que hubiera abandonado los tejidos en los que suele campar para convertirse en vapor en la superficie de la nariz, un condensado gaseoso de paredes sensoriales… Estupefacto, descubrí que ese incisivo olor a fermentación me gustaba.

    Cual marquesa delicada, me mojé con precaución los labios en el magma similar a la turba y… ¡cuán violento fue el efecto! De pronto sentí en la boca un  estallido de guindilla y elementos impetuosos; los órganos ya no existen, ya no hay paladar, ni mejillas, ni mucosas: tan solo la devastadora sensación de que se está librando una guerra telúrica en el interior de uno mismo. De puro embeleso dejé que el primer sorbo se demorara un instante en mi lengua, y ésta sufrió el asalto de ondulaciones concéntricas durante un largo momento. Es la primera manera de beber whisky: lamiéndolo ferozmente para tragarse su sabor áspero y definitivo. El segundo sorbo, por el contrario, lo acometí con precipitación; cuando lo hube tragado tardó en calentarme el plexo solar, pero cuando lo hizo, ¡qué fuego! En ese gesto estereotipado del bebedor de aguardiente que absorbe de un golpe el objeto de sus deseos, espera un instante y a continuación cierra los ojos ante la impresión producida y exhala un suspiro de bienestar y de conmoción mezclados, está la segunda manera de beber whisky con esa insensibilidad casi total de las papilas porque el alcohol solo transita por la garganta, y esa perfecta sensibilidad del plexo, invadido de pronto por el calor como por una bomba de plasma etílico. El líquido dorado calienta, reconforta, alivia, despierta y da placer. Es un sol que, con la bendición de sus radiaciones, envuelve el cuerpo en una presencia radiante.

    Así fue como en el corazón de la Borgoña vinícola probé mi primer whisky y experimenté por primera vez su poder de revivir a los muertos.

    #2
    Otilio Haro
    en respuesta a G-M.

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de G-M.

    Menudo éxtasis. Diría que hasta sexual. Al menos en mi mente sucia.
    Casi que me dan ganas de sacar la botella de whisky... para luego volverla a guardar, porque en la actualidad me da arcadas.

    Cuelga otros pasajes. Aunque conociéndote es éste el que te ha puesto burro.

    Aupa, mañuuuuu...!!!

    Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.

    #3
    Gabriel Argumosa
    en respuesta a G-M.

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de G-M.

    Muy buen hilo

    Que interesante exposición de sus sensaciones con el "güisquise" (que diria Rafaela) y que bien describe el estimulo del plexo solar.

    Por cierto, ya nos podias colgar otras sensaciones. Quedo a la esepra.

    Saludos desde Cantabria

    #4
    G-M.
    en respuesta a Otilio Haro

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de Otilio Haro

    Sí, jeje, pero hay otros, hay otros pasajes...

    Mira éste, hablando de los postres:

    .... Ya nadie tenía hambre, pero eso es precisamente lo bueno con los dulces: Sólo se pueden apreciar en toda su sutileza cuando no se comen para saciar el hambre, y esa orgia de dulzura acariciada no colma una necesidad primaria sino que envuelve el paladar con la benevolencia del mundo.

    #6
    G-M.
    en respuesta a Gabriel Argumosa

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Le he colgado arriba uno a Oti de los postres.

    Te cuelgo otro -sé que te va a gustar Gabriel- en este caso de las críticas gastronómicas (recuerda que el prota, y el que vierte esta reflexión, es el considerado como mejor crítico gastronómico del mundo):

    ¿Qué es escribir, por muy suntuosas que sean las crónicas, si no dicen nada de la verdad, si poco se preocupan del corazón, presas como están del placer de brillar?

    #8
    Swinsword
    en respuesta a G-M.

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de G-M.

    Buen post!!!!!

    Me ha encantado porque me ha recordado las sensaciones que experimenté al probar mi primer whisky a palo seco, como debe ser! Un Gold Label fue.

    Ahora hace tiempo que no bebo porque a mi mujer le dan arcadas de olerlo, que es del club de Oti xD

    Pero tengo en mente comprar una botella de buen whisky para tomar una buena copa.

    Una barrica de vino puede realizar más milagros que una iglesia llena de santos

    #11
    Otilio Haro
    en respuesta a G-M.

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de G-M.

    Pasando de largo tus provocaciones, te diré que como mucho unas gotitas en una pieza de carne del Valle del Esla como aquella noche mágica con tito Gabriel en el Malke. 

    ¿A que no te acordabas de aquel plato ya?

    Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.

    #14
    Otilio Haro
    en respuesta a G-M.

    Re: Mi primer whisky

    Ver mensaje de G-M.

    Concretamente 3 años.

    Y por seguir haciéndote memoria el plato que tu pediste fue carrillera del valle del Esla con queso fundido de Sotarraña. Gabriel y yo pedimos el otro, que hicimos la observación que la carne estaba algo tirante, pues tu días antes ya lo habías tomado.

    Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.

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