Anécdota en cata "de andar por casa"

una vez nos hicieron una bromita de esas de mal gusto nuestras respectivas esposas... estábamos en una "cata" (más bien en un casi catabotellón) y tras probar un Juan Gil 18 meses, se discutía sobre si abrir o no el Avan Cepas centenarias 2004 (mucha madera y potencia a raudales), pues estábamos ya bastante "tostados" con lo que lo de catar a esas alturas ya era más una ilusión que una realidad... cuando de repente, aparece desde la cocina otra botella de Juan Gil 18 meses abierta (había 2 y a priori sólo íbamos a abrir 1)... nos sirvieron a todos... y notábamos claramente que algo fallaba... le dábamos vuelta a la botella, tratábamos de mirar el color (era de noche y estábamos en la terraza) y, metíamos la nariz, y una o otra vez y decíamos: no puede ser, algo le pasa este vino no está bien, salió mal la botella, decantemos. Decantamos, seguimos dando vueltas a las copas, y ya empezaban a salir ciertos aromas a frutos rojos, pero nada... completamente nada que ver con el vino anterior... y comenzamos a especular que si sería alguna partida diferente, que si era una barrica que no estaba bien, que si no habían homogeneizado, que si, que sí.... hasta que, botella terminadita, nos dicen las queridas: es un Don Simón Selección...

Es claro que todos nos dimos cuenta que el vino no estaba igual, e incluso podía estar mal... pero en esa situación de embriaguez parcial, y la sugestión de la botella... nos llevaba a creer más en lo que veíamos que en lo que teníamos en la boca y la nariz... aprendí bastante esa noche.

Otra anécdota!