Salón de Novedades de los Vinos de Rioja

El salón era de tamaño medio. Había unas cuatro o cinco mesas grandes en las que se exponían los vinos por criterios que entiendo de edad, mezclando las bodegas, lo cual dificultaba bastante la localización de vinos determinados, de hecho, me tuve que marchar sin haber probado el Barón de Chirel de Marqués de Riscal porque precisamente no fui capaz de encontrarlo.

Tan sólo pude probar seis vinos de los cientos que había disponibles, condición de Cenicienta obliga, pero gracias a Dios tenía una chuleta con algunos vinos resaltados de antemano, así que pude ir a tiro hecho.

Al no estar los vinos agrupados por bodegas no había representantes de las mismas que al servirlos te hablaran de ellos. El servicio era llevado a cabo por camareros profesionales que nada sabían de los caldos que servían, muy profesionalmente, eso sí.

Sin más dilación os cuento mis impresiones, aceleradas y escuetas, empezando por el que más me gustó:

VIÑA COQUETA Reserva 2005 – Bodegas Fernando Remírez de Ganuza

De abrumador aroma, de intensidad evocadora a un perfume de alta costura. Colorista, sorprendentemente exuberante para un reserva.
Cuerpo marcadamente carnoso que inunda la lengua y el paladar de sensualidad, dejando una capa de aterciopelada elegancia al pasar, con un final largo y sedoso.
Espectacular ¡Coqueta de verdad!

HIRU 3 RACIMOS 2006 – Bodegas Luis Cañas

De aroma frondoso, evocador a bosque cargado de fruta negra, ramas y hojarrasca.
Entrada contundente, con cuerpo estructurado de marcada astringencia, deliciosamente integrada sin producir aspereza alguna.
Suave al paso y de largo y cálido recuerdo

HACIENDA PRADOLAGAR Reserva 2005 – Bodegas y Viñedos Marqués de Vargas

Vino redondo sin fisura alguna.
Fragrante y aromático, con los matices de especias sutilmente integrados en la fruta negra madura.
En boca es de acidez chispeante y alegre, con cuerpo expresivo disfrazado de ligereza.

FINCA VALPIEDRA Reserva 2006 – Finca Valpiedra

Explosivo en nariz, intensidad frutal armonizada con notas de tabaco y fina madera.
Para definir la boca se me agolpan los adjetivos: seductoramente masculino, contundente, provocador… y con un sorpresivo detalle final dulce

CASTILLO DE YGAY Gran Reserva 2001 – Bodegas Marqués de Murrieta

Perfecto ejemplo de la aristocracia de la Rioja tradicional. Desde el color de la calidez de la teja, al contenido pero elegante aroma a licor de café y cacao.
Pena no haber contado con más tiempo porque la nariz prometía abrirse más.
En boca es seda pura, de suave paso y largo recorrido

REAL DE ASÚA 2002 – C.V.N.E.

Correcto en aroma con los matices frutales bien integrados en la madera pero sin destacar. En boca es ligero -¿excesivamente?- con atractiva acidez pero corto recorrido