La venta de vino cae por culpa de los sumilleres

Con una botella de vino también estas pagando muchas más cosas que la bebida.... y tú lo has dicho ; CULTURA!!!!!!Para lo demás Master card...

Me imagino al personal de Monvinic moviendo las cosas de su stock de 13,000 vinos porque alguno no se les vende... Ridiculo. Y estoy de acuerdo con Francesc, poquisimos lugares tienen Sumiller como para ser tan significativo

Saludos desde Tijuana...

Totalmente de acuerdo contigo.

Como mero aficionado, no he encontrado muchos sumilleres, la verdad. En restaurantes lo que te encuentras mayoritariamente son "escanciadores de vino"; si les preguntas y te recomiendan tal o cual cosa porque está muy rico, o ese también que está muy bueno, me parece que la mayoría de los presentes sonreímos, damos las gracias y nos lanzamos a buscar algo según nuestra experiencia, y que sea lo que Dios quiera. Quízás se refieran a esos. No lo sé, pero podría ser (más aún cuando empiezan a proliferar en muchos restaurantes las fichitas en las mesas de determinados vinos y se lanzan a preguntar qué vas a beber ANTES de ver la comida, señalando al vinito promocionado....)
PERO es que al sumiller que sabe de vino y comida, se le nota al vuelo. Están serenamente entusiasmados; te explican características del vino que realzan tal o cual parte de lo que has seleccionado; dedican tiempo a darte un par de opciones aparentemente extrañas, pero más que interesantes y son, desde cualquier punto de vista, un valor añadido que justifica más que sobradamente que la botella que en bodega te cuesta 20 en el restaurante alcance los 30 o más (al margen de saber de copas, temperatura de servicio, garantía de conservación, decantación, etc.; la de botellas que tengo sin abrir porque no me apetece en un momento dado ponerme a dejar en solfa decantadores en casa, por poner un ejemplo!). Y son relativamente pocos, así que no creo que afecten al consumo.
Por copmentar sólo un factor distinto (sólo uno, que hay muchos), habría que comprobar si determinadas bodegas con grandes medios publicitarios lanzan determinados vinos prometiendo la leche al consumidor novato que por reconocimiento de marca compra y luego se encuentra con una cosita que bueno, ni fu, ni fa, que le ha costado su buen dinero y que le hace dejar lo del mundillo del vino porque no le ha enamorado y le ha dejado la sensación de que para beber vino de calidad hay que dejarse muuuucho dinero. ¿Será quizás por esa mala praxis? Porque desde luego me parece más probable que el disparate de lo de los sumilleres.

No hay nada más que decir,tienes toda la razón en que hace falta profesionalidad y coincidimos en que la culpa no se centra en los sumillers, va más allà

Yo creo que el problema no está en los sumilleres aunque pueden ser parte de la causa. Es un sector que se ha creado una imagen de esnobismo, de que el vino es caro, de que solo es para entendidos, de que para beber vino hay que tener un cierto estatus.......Yo decidí hace unos meses, por influencia de una conferencia en Rioja, meterme en Internet, en blogs, Facebook, Twitter y todas estas patrañas. Debo decir que jamás había visto tanto blog y la mayoría de gente que parecen ser meros aficionados pero escribiendo como si fueran grandes expertos, criticando y exigiendo explicaciones. También "alucino" con la cantidad de negatividad que uno se encuentra, comentarios negativos, ataques a críticos, escritores, bodegueros. Así mismo, un lenguaje pomposo, rebuscado e imposible de entender para la gente de a pie. Señores, ¿qué estamos haciendo? Espantando a consumidores potenciales, asustando a los meros aficionados y, con perdón, "a*****ando" a la juventud que es donde está el futuro. Todavía no he visto en España una campaña o una estrategia para animar a la gente a beber vino con moderación, a disfrutar del mismo, resaltando sus virtudes, sobre todo médicas. El sector está más preocupado de impresionar a los gurús, a los escritores, a los importadores...........a quien hay que impresionar es al que podría ser nuestro consumidor y cliente, sobre todo si tiene menos de 30 años!

Quizá el problema es lo contrario, que hay muy poco profesional en el conocimiento y servicio del vino y esto repercute en la calidad de dichas cartas.