Saludos a la afición

Me está encantando tu exposición a la vez que me deja alucinado. Dan ganas de abrir una botella

Un saludo

Gonzalo Lainez (Peña Bilbao)

Si puedes, aunque a mí últimamente me pasa con los vinos generosos como a Thurston con los blancos, cada vez me gustan y sorprenden más.

Si es que sabes un huevo y además eres generoso (doble sentido :DD).
Me has convencido.

Nada, solo pinitos de un aficionado con raíces.
Por cierto, los generosos andaluces tenían, hace ya bastantes años, un mercado y un público muy entendido en el País Vasco. Solo hay que entrar en el Iruña de Bilbao y ver las paredes para darse cuenta.
Recuerdo, además, con cierta emoción, a un arrantzale pidiendo en euskera una copa de fino en el Elantxobe. Los generosos también hablan y son entendidos en la lengua milenaria...

Tienes razón Álvaro. El Iruña tiene las paredes llenas con cuadros de generosos en azulejo. Además suelen hacer una mini Feria de Abril entre La Granja, Iruña y Boulevard

Un saludo

Nuria Navarro^Peña Bilbao

Jesús,

Sabrás, por tus lecturas del tristemente fallecido S.Jay Gould, que el darwinismo vino a minar el pensamiento tipológico. Nuestras construcciones mentales no tienen porque tener una existencia real ahí fuera. Lo mismo con el vino: ¿Coquinero es un fino o un amontillado? ¿Donde termina el fino y empieza el amontillado? Esto de los ";tipos"; de vino está muy bien para empezar a entenderse, pero nada más.

Alvaro, bienvenido al foro!

Anoche cenando se me acabó el blanco que me quedaba de otra cena para tomarme una lubina (un Gravonia 94 que he encontrado menos expresivo que el de la añada anterior) y recurrí a una botella que llevaba abierta en mi nevera desde hace por lo menos dos semanas.

Pistas: tenía 15 grados pero no era de California ni de Jumilla (además nada de madera nueva :-) Se trataba de un fino comprado en un supermercado por unos 5 euros y estaba tremendo. Sin problemas de guarda, sin vacuvin ninguno, maltratado en la nevera, con un precio de risa ... este Fino Quinta estaba de impresión. Me llegué a emocionar y maridaba fenomenal con esa lubina a la plancha. Cuando te hablan de relación calidad-precio piensas en estos finos y manzanillas elaborados con mimo y te entra la risa tonta. ¡Qué raro e injusto puede llegar a ser el mundo del vino!