Fernando Chivite, el hombre tranquilo

Con la llegada de la cata del ciclo trimestral que la Unión Española de Catadores (UEC) denomina “el enólogo y sus vinos” tuvimos la oportunidad ayer de conocer a un enólogo cuyo apellido rezuma vino por los cuatro costados, Fernando Chivite.

Hombre tranquilo, bastante reflexivo, gran conocedor de su tierra y excelente catador, Fernando ha sido un enólogo clave en la expansión y el desarrollo de la viticultura y enología de Navarra. Con él a los mandos, la centenaria bodega está viviendo su mejor momento tanto en cantidad como en calidad de sus vinos, momento corroborado con la reciente concesión del estatus de “Vino de Pago” a los vinos del Pago de Arínzano, siendo ya la quinta bodega que ostenta ese galardón y la primera fuera de La Mancha.

Pero un enólogo no es nadie sin sus vinos que al fin y al cabo son los que deben reflejar su trabajo. Fernando nos trajo los más representativos de su bodega, comenzando por la gama básica “Gran Feudo”, siguiendo por la prestigiosa “Colección 125” y terminando con su nuevo vino de pago “Pago de Arínzano 2001” que presentarán en sociedad la próxima primavera.

- Gran Feudo Rosado 2007

Su vino más conocido y producido, sigue sus líneas habituales. Fresco, frutal, limpio y directo en nariz y ligero, muy frutal y agradable en boca dejando una placentera sensación amargosa.

- Gran Feudo Viñas Viejas 2001 (Mágnum)

Un vino rico, redondo, pulido, con una nariz primaria y expresiva y una boca muy agradable, amplia y sedosa. Quizá su mejor RCP, ya que cuesta algo menos de 10 euros. No falla.

- Colección 125 Rosado F/B 2004 (Mágnum)

Una rareza, sólo 2000 botellas y unos pocos mágnum. Elaborado con 6 variedades tintas y fermentado en barrica donde permanece 10 meses con sus lías. Vino elegante, con muchos ahumados, florales, especias y flores marchitas en nariz y con una boca potente, madura y grasa que deja recuerdos de ahumados. Un rosado único y diferente, que con 3 añitos estaba en plena forma. Una locura su precio (40 euros), debido sobre todo a su exclusividad. Recuerda a los rosados provenzales.

- Colección 125 Blanco F/B 2000 (Mágnum)

https://www.verema.com/comunidad/vinoscatados/vino.asp?vino=7694

Vino pleno, maduro, en su mejor momento. Uno de los grandes blancos nacionales, quizá el mejor de la variedad Chardonnay, pero muy caro (40 euros). Por ese precio ya encuentras más de un excelente “village” o premier cru borgoñón y lo siento, pero no hay color. No obstante gran vino, quede claro, de corte muy atlántico, nada nuevo mundo.

- Colección 125 Reserva 1999 (Mágnum)

https://www.verema.com/comunidad/vinoscatados/vino.asp?vino=18643

Este sí que me parece un tinto equilibrado en todos los aspectos. Siempre fiable, es uno de los mejores tintos nacionales modernos por RCP, ya que cuesta unos 23 euros. Un acierto seguro. Esperemos que no suba de precios.

- Colección 125 Vendimia Tardía 1999 (Mágnum)

https://www.verema.com/comunidad/vinoscatados/vino.asp?vino=1220

Catado en un exclusivo formato mágnum (10 unidades), se trata de un vino muy bien elaborado, pero que no me entusiasma por dos razones: un excesivo protagonismo de la botritis sobre la moscatel y una acidez media en boca. Es “muy sauternes” con todo lo bueno y lo malo que tiene ello, emho.

- Pago de Arínzano 2001 (Mágnum)

Todavía sin etiquetar, este vino muestra un tremendo potencial. Complejo y expresivo en nariz, nos da notas de tabaco, minerales, una fruta negra nítida y muchos tonos balsámicos. En boca está redondo, con una gran estructura y buena acidez, largo y persistente. Un excelente vino, sin duda el mejor tinto elaborado por Chivite y un grande nacional. El problema una vez más será el precio, no lo voy a decir pues el vino no está comercializado, pero me parece una locura. Y seguro que aun así se venderá todo.

Fernando presentó también su vino de Rioja, Conde de la Salceda 2001, un Rioja moderno bastante redondo y elegante, aunque algo caro.

Aunque ya lo hice ayer personalmente vuelvo a felicitar públicamente a Fernando por su excelente trabajo y sus buenos vinos, todos ellos de un corte y un estilo que me gusta y por el que creo que hay que apostar, vinos elegantes, muy aptos para comer, redondos, sin aristas, que se pueden consumir jóvenes y que evolucionan positivamente en botella. Eso sí, hay que tener cuidado con los precios y no contagiarse por el alza inflacionista que padecemos en la España vinícola actual. Por ahí fuera hay muchas cosas muy ricas y a buenos precios.

Un saludo,
Eugenio.