No me lo creo, un vino de...

Hola, mi nombre es Josep Badell y soy el autor de Sirot, el vino de cereza. Entro muy tarde en este foro, pero me apetece compartir algunas reflexiones al respecto del tema que se está tratando que, de paso, me compete mucho.

Dado el tono de reflexión, respeto y cordialidad me animo a compartir información y puntos de vista, a los que he llegado tras algunos años de vivencias. Ante todo quiero dejar claro que siento un enorme respeto por el mundo del vino y por las personas que se dedican a ello. No pretendo dar lecciones a nadie, simplemente quiero compartir mi punto de vista que, en muchos casos, no coincidirá con una visión purista del mundo del vino. Tampoco seré yo quien contradiga la rotunda y larga historia de este producto. Simplemente quiero compartir mi punto de vista, el de una persona que se atrevió a hacer algo que no estaba previsto, que se sale por la tangente, que cuestiona cosas que tenemos muy interiorizadas y asumidas.

Primero de todo me gustaría hacer una analogía del vino con la leche. Resulta un ejemplo muy esclarecedor. Está establecido que cuando compramos leche en el supermercado, que está etiquetada como leche, estamos comprando leche de vaca. Si en lugar de vaca, fuera de búfala, se debería especificar en el etiquetaje que se trata de leche de búfala. Si no fuera así, cualquiera se podría sentir engañado. Está estipulado que la leche proviene de la vaca, y si no es así, se debe indicar de qué mamífero proviene. Sin ir más allá, a la leche que proviene de la cabra, se llama leche de cabra. A ningún fabricante de leche de cabra se le ocurriria etiquetar su leche como "leche" a secas.

¿Eso quiere decir que la leche de ballena no es leche? Claro que es leche, pero a nadie se le ocurriría venderla como tal. En todo caso se vendería como leche de ballena. No estamos hablando de casos en los que se ha llegado a desvirtuar la palabra "leche" empleándola para denominar una bebida blanca que se consigue de la soja. "Leche de soja" falta a cualquier principio en los que se basa el significado de leche. El principal es que la leche proviene de un mamífero, no de un vegetal.

La conclusión es que, por ser la más común y extendida, la leche de vaca ha sido la que se ha quedado con la denominación de "leche", a secas, cosa que nadie pone en cuestión, a pesar de que existan otros tipos de leche. En el caso del vino ocurre algo parecido. La normativa europea, contempla el uso de la palabra "vino" acompañada del nombre de la fruta de la que está elaborado, para referirse a los "vinos de frutas". Si yo dijera que mi "vino de cereza" es un "Vino", estaría haciendo un uso incorrecto del término, si lo acompaño de la fruta de la que procede, no estoy faltando a la verdad.

Las reflexiones que se han hecho en el foro al respecto de la RAE, me parecen muy interesantes. De alguna manera apoya mis tesis, pero también corrobora una realidad, que no por ser minoritaria, es inexistente. De siempre han existido los "vinos de frutas". Quizás algo relegados a la elaboración artesanal, casera y de carácter familiar, pero han existido. Intervienen los mismos actores en sus procesos de fermentación, y los resultados, en muchos casos, no se pueden negar como productos vínicos. Es más, en diversos paises de nuestro entorno, el concepto "vino de fruta" es más habitual. Concretamente en Francia, el término "Vin de cerise" existe y está reconocido, igaul que lo está el "Cherry wine" en Estados Unidos.

De mi experiencia con sumilleres, puedo extraer muchas conclusiones, especialmente de las catas que han sido con la etiqueta oculta. Hasta la fecha, ningún sumiller que ha catado Sirot sin saber que se trataba de una bebida fermentada a base de cerezas, me ha negado que aquello fuera un "vino". Evidentemente, salían de su boca frases como "qué vino tan especial". Estamos hablando de gente que lleva muchos años en el mundo del vino y que tienen un a nariz y paladar envidiables. Todos identificaban a Sirot como un vino, aunque reconociendo que desconocían la supuesta variedad de uva.

Estas mismas personas, tras descubrir la etiqueta y entender que aquello no estaba hecho de uva sino de cereza, curiosamente, seguían empleando el término "vino" para referirse al producto. Ningún sumiller se dirigió a mi diciendo que mi bebida fermentada a base de cereza era tal o cual. Que tampoco emplearan el término "vino de cereza", es muy significativo.

Quizás se pueda percibir el Sirot como un sucedáneo de vino, quizás pueda tener un consumo muy marginal, pero hasta la fecha he visto miles de reacciones ante su descubrimiento, he presenciado centenares de catas y siempre me he llevado una buena sensación. El poder que tiene este producto para sorprender y satisfacer, ya lo quisieran muchos. La mayoría de mis clientes compran Sirot para una ocasión especial y de la misma manera que no todos los días tomamos leche de cabra, tampoco se toma vino de cereza en cada comida.

Me ha llamado la atención una persona que comentaba que no se le ocurriría maridar el vino de cereza con nada. Me encantaría que superara sus prejuicios y que hiciera la prueba con un buen arroz, carne de caza, quesos, marisco, pescado, etc. Ya es decisión de cada uno adentrarse en lo desconocido o quedarse con lo conocido.

Agradezco a Dani-Bcn haber abierto este debate que, supongo, no se quedará aqui.