El Reino de la Viura II – EL EMPERADOR – y otros viejunos ilustres

je je je... en ello estamos!!!

como bien sabes, material no nos va a faltar...

Grandiosos vinos y pedazo de crónica!!! Enrique, hay que atribuirte todo el mérito en el redescubrimiento de estos viejos Diamante en verema. Encontrar uno de estos del 55 es cosa difícil y con ese color pocas esperanzas hubiéramos tenido la mayoría. Qué curioso que el 64, con ese colorcito bueno, y el prestigio de la cosecha se haya mostrado muy por detrás de su hermano mayor. Bueno, la mayoría de vinos del 55 están a un nivel altísimo.

El Ardanza 73 es uno de los vinos más irregulares que he probado: cada botella es un mundo. Por cierto, no había indicación de Reserva Especial, verdad? Lo digo por que parece ser que sólo lás últimas partidas fueron etiquetadas así... Un saludo!!!!

Felicidades por semejante cata!!! me alegro que todos estuvieran a la altura ´´sobre todo ese 88´´ ;-)

Abrazo

muchas gracias
pues sí, la verdad que el nivel estuvo tremendamente alto, en especial esos blancos. Ya lo dije en la anterior cata, tener la posibilidad de catar estos riojas blancos antiguos es una suerte enorme y rompe un poco cualquier esquema o idea preconcebida que puedas tener

y, como bien sabes, me temo que lo que se encuentra ahora en una botella de Diamante está muy, muy lejos de ese nivel. Es otro concepto totalmente diferente.

Saludos

Una cata memorable y un resumen completo y ajustado de los vinos que bebimos el otro día. Las botellas salieron fabulosas y muy sorprendentes:
El rey de la noche fue ese 55 que desde un primer momento se portó como un titán. Uno de los tres mejores blancos que jamás haya bebido. Así de claro.
Diamante del 64 creo que fue el gran perjudicado, ya que si bien alcanzó cotas enormes, su nivel se vio ensombrecido por su hermano mayor. En cualquier caso, otro grande.
Como comenta Limonero, el Ardanza 73 de la cata salió estupendo, con esas notas tan características de los viejos vinos riojanos, sin embargo, el que abrí días más tarde se quedó varios pasos por delante y ha pasado a formar parte de ese grupo de tintos para el recuerdo.
El villages de Aloxe-Corton me gustó por partida doble; en primer lugar, nunca había probado nada de Borgoña con tantos años, y eso ya es una suerte. Pero es que además conservaba de una forma muy perceptible los aromas de la pinot y le quedaban notas primarias.
Por último, con ese Valbuena jugamos con ventaja ya que en el 88 no hubo único y toda la producción se destinó a este vino de gran esqueleto, profundidad y matices.
Pues eso, una vez más nos toca dar las gracias a Enrique por hacer de nuestro Indiana Jones particular y descubrirnos esas reliquias vinícolas tan fascinantes y desconocidas.
Un fuerte abrazo a los cuatro y hasta la próxima.

Gracias, Helios, un gran honor viniendo de ti..
pues sí, la verdad es que viendo el color tan poco evolucionado de sus hermanos, no solo del 64, sino de 61 y 73, dudamos al principio; pero el vino no dejó nada de espacio a las dudas, nada más descorchar vimos que allí había algo grande, y el tiempo y el aire lo llevaron a la categoría de sublime.
El 64, en mi opinión, es un bebé, creo que tiene que dar mucho más de sí, está enterísimo, muy cítrico aún... afortunadamente, me he guardado una botella de cada añada para poder atestiguarlo!!

Y el Ardanza, efectivamente no tenía la mención de Reserva Especial. A mí me gustó mucho, aunque es verdad que estaba muy pulido en boca. Juan (Gondorff) se llevó otra botella (colgó la cata) y aún le salió mejor, más expresiva y viva en boca.

Saludos

gracias, crack!!! Conociéndote, intuyo el por qué tienes "especial" interés y satisfacción al ver el Valbuena a gran nivel

Saludos

gracias, Juan, ya sabes que lo hago con todo el gusto del mundo!
además, el gran placer de estos vinos es catarlos en compañía de grandes conocedores (es como se aprende) y encima amigos

que sean muchas!