Me ha gustado mucho la contestación...y no digo ya, el hilo que ha creado el

Me ha gustado mucho la contestación...y no digo ya, el hilo que ha creado el amigo Pepe.
creo, o eso he entendido, que tanto Pepe como algunos cuantos veremeros (entre los que me incluyo yo), están más en desacuerdo que deacuerdo en el comentario por el que se ha creado este hilo en cuestión. Repito: gran hilo.

Y voy a pensar en mi experiencia y mi limitado desconocimiento en el tema del vino, la tierra y mis conocimientos digamos enológicos y técnicos.
Tuve la suerte de compartir con Alfredo Maestro estos pasados días veraniegos, en Peñafiel. catábamos unas muestras de algunos de los vinos (2010) de nuestro amigo.
Como siempre reconozco mi amor por la Garnacha, me centré bastante en uno de los vinos elaborados por Alfredo con esta variedad. Si hay algo que me llamó poderosamente la atención es como esos viñedos de Garnacha Vieja de la Ribera, transmitían unas notas minerales bastante presentes (cabe decir que el vinito era recién nacido, vamos). Cal o tiza; polvo de tiza!! extractos del suelo que se presentan en la copa de manera bastante marcada. (Repito que posiblemente mis conocimientos tanto enológicos como agrarios, relacionados con la tierra y la viña, puedan ser limitados); pero si hay algo que tengo claro es que la percepción mineral está ahí.

Esto es solo un ejemplo; pero desde luego lo encontramos en blancos también (por ejemplo, algunos Rieslings....). O como bien leeemos en el Priorat, donde el suelo de Pizarra, el agua, la tierra en general (que se lo pregunten al "Mago" José Luis Pérez...) tiene muchísimo que ver en el carácter y la personalidad de sus vinos.
En fin: que sigo creyendo que la mineralidad, se mire, se aprecie o se sienta como sea, tiene su protagonismo y otorga personalidad a los vinos que la posean...y existe.