Al menos ahora podemos echarle la culpa al calentamiento global o cambio

Al menos ahora podemos echarle la culpa al calentamiento global o cambio climático, pero es algo que ya pasaba antes:

En abril de 1958 sucedió algo extraordinario. A partir del día 6 se inició una invasión de aire frío de origen polar que persistió hasta el día 10 con heladas que dañaron muchos cultivos. El día 11 una bolsa de aire extremadamente fría, centrada sobre Alemania, fue viajando hacia el sur. Al día siguiente ya se encontraba sobre Francia y el 13 se instaló entre el Cantábrico, Galicia y el norte de Portugal. Los vientos heladores del norte provocaron nevadas en Santander y San Sebastián. En el monte Igueldo se registraron -0,4°C y en Sevilla, al día siguiente, una mínima de 1°C. 

Vista de una calle de la población alicantina de Gorga durante la gran nevada de abril de 1958

La nevada se prolongó durante buena parte de la jornada, hasta el extremo que en algunos puntos se midieron capas de entre 50 y 80 centímetros, algo bastante inusual no ya para el mes de abril, sino para cualquier época del año. De hecho, habría que esperar hasta el 13 de enero de 1980 para que se repitiera una nevada de tal magnitud.

Y de los cambios bruscos de temperaturas tampoco tiene culpa Trump.

Esa primavera fue excepcional por la combinación rápida de masas de aire de temperatura diferente. Entre los días 5 y 10 de mayo, una burbuja de aire del norte de África provocó temperaturas superiores a los 35° en zonas donde tres semanas antes estaban bajo cero.

https://www.tiempo.com/noticias/divulgacion/las-nevadas-de-abril-en-espana.html

https://www.informacion.es/alcoy/2008/04/09/nevada-hizo-historia-7522131.html