Antes (y también ahora, pero menos) se hacía con algunos productos concretos

Antes (y también ahora, pero menos) se hacía con algunos productos concretos cuya logística estaba adaptada al sistema: leche, cerveza, bebidas carbonatadas, etc. Muchas veces el consumidor las compraba direcatmente a cajas, y la mayoría de ese sistema giraba en el ámbito local.

El vino que más abundaba se despachaba mayoritariamente a granel, igual que la inmensa mayoría de productos de consumo cotidiano.

Está claro que el camino que debe seguir la logística de las botellas vacías es más o menos el inverso al que sigue ahora el vino. Pero también tengo claro que el sistema de hoy no está dimensionado para pasar de un día para otro a gestionar el doble de volumen. Y digo más o menos porque apuesto que habrá bodegas pequeñas que no se podrán permitir tener la maquinaria necesaria para lavar y esterilizar las botellas usadas, con lo que tendrán que introducir otro eslabón en la cadena que haga ese trabajo por ellos.

En resumen, que creo que se puede hacer y debe ser la meta a seguir, pero que no es tan sencillo.