Variedades recuperadas o variedades alternativas
Hola a todos,
Hemos hablado ya bastante por aquí de la fiebre que está habiendo por recuperar variedades casi perdidas, promocionarlas y poner en valor lo autóctono. Muchos de nosotros ya hemos dado nuestra opinión sobre el tema, a nivel general. Pero hoy os quería preguntar sobre casos concretos de vinos elaborados con estas variedades recuperadas, o concentradas en un área geográfica muy concreta, sobre vuestras opiniones, sobre si creéis que son aptas para elaborarlas en vinos monovarietales, etc.
Yo estoy últimamanete probando algunos de estos vinos, y mis experiencias han sido las siguientes:
- Trepat (muy limitada a la Conca de Barberà): creo que no he probado ningún tinto monovarietal y si lo he hecho no ha quedado registrado en mi memoria. Sí recuerdo bien haber bebido un rosado de la cooperativa de Sarral, fermentado y criado en barrica. Era muy diferente a cómo lo esperaba, y me encantó: muy maduro, untuoso, sin duda distinto a los rosados a los que estoy acostumbrado.
- Sumoll: he tenido experiencias muy diversas con esta variedad. No recuerdo nombres y bodegas, pero unas veces he encontrado vinos tintos ligeros, de capa baja, muy aromáticos, equilibrados, muy disfrutables; en cambio mi última experiencia fue un vino de capa más alta con una acidez exageradísima, de los que pueden destrozarte el estómago.
- Maturana tinta de Navarrete. Sólo la he probado 1 vez, y la verdad es que si me dicen que es un CS lo creo a pies juntillas.
- Graciano: aunque más popular, es raro encontrarlo elaborado solo. Pero cuando he probado vino tinto 100% graciano siempre me he preguntado lo mismo: ¿por qué está esta variedad tan poco trabajada? Debe ser por motivos agronómicos o culturales, porque argumentos enológicos tiene de sobras. Me he encontrado con vinos estructurados, con cuerpo, bien equilibrados. Han sido siempre vinos jóvenes o crianzas muy cortas.
¿Qué impresiones os han causado a vosotros estas u otras variedades "raras" que habéis probado?
¡Un saludo!