La comida de sobaquillo en el Lagar de San Vicente estuvo genial, en un tercer

La comida de sobaquillo en el Lagar de San Vicente estuvo genial, en un tercer sótano-gruta-cueva donde la climatización era natural y estábamos a buena temperatura. Fue muy divertida, hubo mucha variedad de vinos, probamos cosas interesantes y la comida estuvo bien (el queso muy rico, la morcilla, los chorizos y, sobre todo, el lechazo, del cuál gracias a Jacomur comí varias raciones de cuarto delantero o paletilla del mismo, según los expertos en él, la parte más tierna del lechazo). El postre también estaba rico y, en fin,...

Si ves la foto finish de los vinos del sobaquillo, no hace falta contar más jejeje :-)

Y luego, por supuesto, el factor humano (que es lo más importante de estos momentos de compartir vinos y viandas entre todos).