Yo soy un convencido de que la Bobal puede estar en un lugar mas que digno en

Yo soy un convencido de que la Bobal puede estar en un lugar mas que digno en el panorama vinícola mundial, de hecho lleva años escalando posiciones. Entre las características de la variedad, en mi humilde opinión destacan su buena acidez que dota a sus vinos de una frescura dificil de encontrar en otras variedades en estas latitudes, una tanicidad que aunque no excesiva hay que controlar y domar y un color que atrae mucho al consumidor. En viñas viejas y con una adecuada selección de parcelas se consiguen vinos excepcionales, complejos, especiados y a la vez frescos. Esa complejidad innata, y no añadida es uno de sus mayores potenciales. Pero de las viñas menos viejas también pueden elaborarse vinos expresivos y frescos, pero como siempre con una adecuada selección de parcelas, una producción controlada y una vinificación respetuosa con la fruta. Tarea nada fácil cuando se elaboran grandes cantidades, pero ese es un reto. El otro reto es el de que los propios agentes de la zona (agricultores, cooperativas, bodegas......) se crean que es posible, que aúnen esfuerzos y que tiren del carro, cada uno aportando su granito de arena. Los grandes son los que más llegan al publico mayoritario, pero quiero resaltar la labor de muchos elaboradores jóvenes que están irrumpiendo con vinazos. La historia reciente de la emergencia de la Bobal en el mapa mundial del vino la empezó Sarrión con su Bodega Mustiguillo, a su impulso se sumaron bodegas con producciones nada desdeñables y lo más reciente es la irrupción de pequeños elaboradores que están detectando parcelas, de las que elaboran vinos de Bobal que emocionan,  que han enriquecido el panorama con elaboraciones diferentes, de tierras, altitudes, latitudes, si bien cercanas , al mismo tiempo con su propia personalidad. Son vinos que emocionan, pero que además están consiguiendo éxitos, de mercado (colocando sus vinos en gamas de precios hasta ahora impensables para muchas personas del lugar), como medalleros y puntuaciones de prestigiosas guias, que ayudan y siempre son bienvenidas, que apoyan el esfuerzo, merecidos premios, al menos en mi humilde opinión, para microelaboradores y microelaboradoras. No voy a poner nombres propios a excepción de Sarrión (por razones obvias, el pionero siempre tendrá ese mérito).