De patito feo nada de nada. Para algunos (entre los que me incluyo) el rosado/

De patito feo nada de nada.

Para algunos (entre los que me incluyo) el rosado/clarete puede ser un vino con tanta elegancia, complejidad, estructura y equilibrio como lo pueden proporcionar los blancos y tintos, entre otros.

Desafortunadamente, muchas bodegas no le han prestado mucha dedicación y esmero a este tipo de vinos, pero las que lo han hecho siempre y han mantenido esos principios, nos han dado a los amantes de estos vinos grandes momentos de satisfacción, siendo además, por lo general, más gastronómicos.

Hay grandes elaboradores de rosados en España, si bien la climatología española no es la idónea para vinos que en principio necesitan grandes dosis de acidez. Puedes encontrar un gran abanico de rosados en España de todos los tipos. Yo los agruparía en 3 categorías:

a). Rosados vinosos, pero sin perder el carácter fresco: Enate, con un cabernet sauvingnon muy meritorio, Can Rafols con un merlot muy sabrosón, Sinfo, de Bodegas Sinforiano y Fuente del Conde, con tempranillos de libro en Mucientes y Cigales, ambos DO Cigales, y Fuentes del Silencio, de Prieto Picudo,

b). Rosados más florales y delicados: Cuorum (Marqués de Velilla en DO Ribera), Docetañidos y Pinacho (ambos en DO Cigales), los monastrell rosados de Omblancas y Coop.Santiago Apostol de Montealegre (ambos DO Jumilla), y,

c). Rosados con crianza y más longevos: el clásico Tondonia y Marqués de Riscal Toro-2016.

Hay muchísimos más, pero no se me vienen más a la cabeza en este momento.