Entiendo que, en su momento, no se hiciera con un propósito negativo para nada

Entiendo que, en su momento, no se hiciera con un propósito negativo para nada (la justificación pudo ser, como bien apuntas: motivos económicos, familiares, de mantenimiento del viñedo, necesidad de vender vino hecho a partir de uvas de una variedad que estaba más en boga entonces, etc).

El sentido común me dice que nadie en su sano juicio va a invertir en arrancar viñas autóctonas para plantar viñas jóvenes de otra variedad (Tempranillo) pensando, ya de antemano, que está fomentando hacer las cosas mal y que el resultado va a ser: mucha cantidad a costa de baja calidad de los vinos producidos... pero a toro pasado (20-25-30 años) el resultado es el que es.

Como bien dices, la formación enológica, en viticultura y en conocimiento de suelos, variedades, etc ha pegado un cambio brutal en los últimos 10-15 años... también el mercado y el consumidor ha cambiado mucho en todo este tiempo...

Saludos de Bojo :)