Bastaría con que los vinos de consumo a largo plazo: Grandes Reservas de larga

Bastaría con que los vinos de consumo a largo plazo: Grandes Reservas de larga estancia en botella, lo empezaran a usar con éxito (el sistema de rosca Stelvin) y, con el tiempo, saliera bien el invento: que un vino con 20 años estuviera perfectamente evolucionado (en teoría algo menos que con corcho natural pues sólo habría evolución por reducción y no por la pequeñísima microoxigenación que pueda haber a través del corcho al cabo del tiempo) y, además, sin problemas de apertura... pues se entiende que la rosca se debería deteriorar menos que un corcho natural.

Para ello el material interno de la rosca debería ser totalmente inerte y no deteriorable por el paso del tiempo ni por contacto con el vino ni ningún componente del mismo (para que no "deje" en el propio vino ningún residuo ajeno al vino pasados los años).

En Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia,... en el llamado "Nuevo Mundo", el cierre más frecuente es justamente la rosca (en vinos de 20, de 30 y hasta de 100 euros), allí no hay la "tontería" que hay aquí con ese asunto... está bien el romanticismo del corcho, pero hay que ser prácticos: ¿ qué nivel real de microoxigenación ha de existir en un vino cerrado con un corcho natural ? Muy bajo o, idealmente, NINGUNO. Un vino de crianza, ya ha tenido suficiente microoxigenación durante sus meses/años de estancia en barrica (a través de los poros del roble, ya sea francés, americano, ruso,...); en botella, que yo sepa, no queremos más de eso, queremos crianza por reducción básicamente... además, un corcho que oxigene demasiado lo que hace es conseguir que el vino evolucione más rápido de la cuenta (algo incompatible con una larga vida en botella).

Pienso que puede ser el futuro (en otras zonas vinícolas, como digo, es ya presente).