Ayer tuve el privilegio de acudir a una cata donde Rafa Palacios, que se mostró

Ayer tuve el privilegio de acudir a una cata donde Rafa Palacios, que se mostró como un gran comunicador, nos explicó la evolución de su proyecto en Valdeorras. Increíble el trabajo de recuperación de viñas, de reconstrucción de bancales y el respeto por la tierra y el trabajo bien hecho.
Rafa nos recibió a todos con un apretón de manos y ya nos puso en la mano una copa de O Bolo 2012, vino de entrada a su proyecto y que ya deja ver sus principales características: escasa intervención en bodega y máxima expresión del terruño. Es el único vino que elabora para el que compra uva de parcelas cercanas a las suyas, tras un seguimiento exhaustivo del trabajo en la viña. No tiene crianza en madera y es un vino muy fresco, de trago fácil.
Acto seguido probamos el Louro 2012 (antes Louro do Bolo) que ha acortado su nombre y cambiado su imagen para no prestarse a confusión con su hermano menor. Aquí la crianza en madera todavía está muy marcada, necesitando en mi opinión de un buen tiempo en botella para que se integre.
Ya sentados y con más calma, Rafa pasó a explicarnos en profundidad las características de cada una las parcelas de donde salen sus vinos y cómo cada una aporta un perfil distinto al vino cuando se hace su ensamblaje final, puesto que cada parcela, o sorte, se vinifica por separado. Nos explicó con detalle cómo usan la máxima tecnología disponible durante la obtención del mosto y la posterior fermentación para que luego la adición de sulfuroso sea la mínima posible. En definitiva: un gran comunicador que transmitía pasión por su trabajo y sus vinos.
Pasemos a la cata en sí:
As Sortes 2007: muy cerrado de inicio, con notas de goma quemada, se fue abriendo poco a poco, pero no llegó a mostrar el potencial de otra botellas de la misma añada que otros compañeros habían catado horas antes.
As Sortes 2010: una nariz golosa, algo amoscatelada, fragante, pero con una boca de lujo, compleja, equilibrada y con acidez para aguantar muchos años en forma. Perfecto para disfrutarlo ya. Un lujazo.
As Sortes 2011: según Rafa fue la añada perfecta. El vino está por hacer. Apunta muy alto pero le queda todavía una buena evolución en botella. Para comprarlo ahora e ir observando su evolución.
Sorte O Soro 2011: la mitad de la uva de esta parcela sigue yendo a As Sortes, y la otra mitad se ha embotellado por separado. Hablar de este vino es hablar de un vino TOP. Al echarlo en la copa ya se aprecia su densidad y untuosidad. La nariz es compleja pero perfilada, nada demasiado exuberante, con mucha fruta y toques minerales. Oler este vino es oler los paisajes donde se produce, el terruño. Este vino valdría de ejemplo en cualquier cata de lo que es expresar un terroir a través del vino. Te pasarías horas oliéndolo y evocando los paisajes donde se produce. Y la boca no se queda atrás: con cuerpo, untuoso, cremoso, con acidez: INCREÍBLE. Y a varios se nos desencajó la mandíbula cuando Rafa nos dijo que usó solamente barricas nuevas para elaborarlo: aquí el vino se ha comido a la madera, y no al revés.
Entiendo que es un vino exclusivo y de un precio elevado, que no caro para lo que da a cambio, pero si tenéis la oportunidad de probarlo, abalanzaos sobre él.