Re: Alcachofas vino y maridaje
Hoy ha tocado echar a pelear unas alcachofas guisadas con un vino. Descartado el tinto dada una experiencia anterior donde fue masacrado por las alcachofas. Bien, pues en este segundo round le ha tocado a un amontillado, concretamente el Pipiola de Sánchez Ayala, Sanlúcar. ¿Resultado? Óptimo. El punzor punto refrescante del amontillado y su sequedad han ido como un guante con el amargor de las alcachofas y la acidez del limón que lleva la receta. El regusto avellanado termina de rematar la faena. Aconsejable sin duda esta combinación.