Tiene muy presente la barrica, caramelo de café con leche, vainillas, tostados, pero la fruta me ha gustado, con unas notas florales y cítricas que me dejaron un tanto perplejo, no se las recordaba desde el 2002 y me gustan este tipo de particularides, no como para que siempre te las encuentres pero si de vez en cuando.

En boca se tiene que domar, le hace falta reposo pero ganará en complejidad y será un buen vino en un par de años o tres.

Probado con un Mauro 2007 mano a mano, este no tuvo nada que hacer frente al Aalto, a pesar de estar más domesticado, pero el Aalto es mucho más desafiante, nervioso y con personalidad.

Picota con borde morado, capa alta de lágrima densa.
Los primeros aromas, de buena intensidad, a fruta muy madura, deliciosos.
Después de agitar, la madera compenetrada con la fruta, aunque dominando por poco la situación, regaliz y tostados, aroma fresco, algo balsámico también.

En boca es un vino con cuerpo, equilibrado, los taninos aun algo presentes, pero sin molestar.
El final es especial, sobrio, largo, envolvente, duradero, aparecen el reagliz y los tostados de nuevo. Este final creo que es lo que le da una personalidad propia, distinta a otros vinos similares. Aun tienen mucho recorrido

Equilibrado en boca potente en su nariz, Mariano García nos define un vino pletórico en aromas de fruta negra con toques de regaliz y cubierto de cacao. Excelente volumen con rica acidez y taninos sabrosos con signos de buena guarda.

Equilibrado en su conjunto.

No soy imparcial valorando Aalto. Es el vino que me hizo entrar en el vino, con lo que siempre le guardaré un cariño especial.

Este 2006 es un buen vino, como todo lo que hacen, pero es cierto que la madera y los tostados están muy presentes. Incluso demasiado... pero no dejan de ser unos tostados de calidad. En nariz también se notan la fruta roja en sazón y la ciruela pasa y algo de flores incluso.
En boca es potente, carnoso, amplio... y con bastante madera. Los taninos están aún presentes pero no se nota ya astringente... aunque la botella le va a venir muy bien en este aspecto.

Me ha gustado, pero otras añadas me han gustado más.

Mis dos lectores saben que Aalto es uno de los (pocos) riberas que favorezco. Aunque no sé si puedo decir lo mismo en relación a la cosecha 2006. ¿Qué está muy joven? Sí. Como también lo han estado los Aalto que hemos probado en los Encuentros, por ejemplo. Pero éste como se les pasó de tueste. Literalmente. Es una explosión de torrefactos y otros tonos de la crianza que junto con una fruta de enorme madurez le quita todo interés en nariz: sin definición, sin elegancia. En boca las cosas no son muy diferentes. La exhuberancia la fruta se lleva entre las patas a la poca estructura que pudiera tener el vino, cuya tanicidad es sólo comparable al nivel alcohólico que patea y patea duro. Si este vino fuera una mujer, impresionaría sólo a quienes se sientan atraídos por una copa 40 DDD. No le pienso retirar mi favor a Aalto, pero sí a éste 2006.

Presenta un color picota con un ribete violáceo de capa alta con la lágrima muy tintada.
Con muy buena intensidad en nariz, destacan las algarrobas y las notas de muy alta maduración, al agita desprende recuerdos de nueces frutas pasificadas, yogurt, aromas florales centrados en las violetas, fresas pochas, helado de plátano y vainilla, café con leche, cacaos, cuero nuevo y nuez moscada.
La boca es golosa, algo nerviosa, con una tanicidad leve y una calidez marcada por el alcohol. En retronasal se intensifican las reminiscencias de sobremaduración y las algarrobas iniciales.

Cata de Pagos de España en Lavinia. Todavía le queda tiempo en botella, es muy potente y con mucho cuerpo. Color picota oscuro de borde amoratado, brillante, lágrima que tinta la copa. En nariz es potente, fruta madura, algo balsámico, pero ante todo predomina mucho el tostado de la barrica. En boca es potente, con cuerpo, se le nota todavía el tanino, goloso, acidez que compensa el grado alcohólico, final algo astringente.