Botella abierta con una hora de antelación.
De color rojo picota de capa media-alta, ribete rubí y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz se aprecian aromas de fruta negra madura, notas florales muy marcadas, finos tostados y ahumados, algo de bosque umbrío y un fondo entre mineral y terroso.
En boca es una autentica bestia parda, taninos muy vivos y secantes y una acidez desbordante, postgusto muy largo, con recuerdos de loa fruta negra madura y ciertas sensaciones minerales.
Un vino que aún está en pañales y que en unos cuantos demostrará su gran potencial.

Rojo picota, buena capa.
es un vino con una intensidad frutal en boca muy buena. Fruta roja(fresa, frambuesa...), buena acidez, taninos aún presentes pero que permiten disfrutar(mucho) del vino.
Vino muy interesante. Ese 40% de raspón se nota aún en los taninos el primer día(al segundo los taninos ya están integrados), pero seguro que tienen que ver en ese "algo" distinto que tiene este vino

La verdad es que los vinos de Raúl Pérez siempre te hacen pensar. La mayoría no son vinos inmediatos, francos, fáciles. Algunos son excelentes, otros no tanto, todos diferentes. Esta nueva creación, en colaboración, resulta al inicio tímida, de baja intensidad , no impresiona, pero tiene algo...........distinto. FResco en nariz, frutal, fruta roja, en sazón, elegantes tostados, gana en profundidad, cierta mineralidad, distinto. Boca aterciopelada, distinguida y equilibrada, algo especiada, diferente también en boca. Por eso me gusta