Precioso color caoba oscuro, brillante, reflejos ambarinos y rojizos.

Aromas de gran intensidad, directo y sin complejo, abierto, expresivo. Tiene el perfil de vino maduro y muy mediterráneo del que asoman unas suaves y elegantes notas tostadas, frutos secos (orejones, higos turcos, algarroba) junto a un fondo de duelas envinadas, matices de solera y un matiz avainillado, licoroso. Hermoso y potente, de enorme pureza y concentración. Hay una traza balsámica a hierbas aromáticas, salvia, resina, romero. Después de media hora de cata hubo que ventilar la sala por que este fondillón se había merendado al resto de vinos abiertos.

Radical en boca, hiriente por su concentración y extrema acidez. No hay ni rastro de las habituales notas abocadas de otros fondillones, extraordinariamente seco y ligeramente amargoso. Las sensaciones son de altísima calidad, de estar ante un producto cuidado al extremo con voluntad de honrar este vino tradicional. No deja de ir ganando en trascendencia al respirar. Esférico, larguísimo, con un retronasal en el que se confunden los frutos secos, la solera, el pan tostado, las ciruelas maceradas, las pasas... Espectacular!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/04/fondillon-quo-vadis-1972.html

de color caoba marronoso claro, luminoso, brillante, reflejos cobrizos y dorados. Aromas de media intensidad, notas de frutos secos y fruta pasa (higos, dátiles), con un suave acento de alcohol muy interesante que nos trae fruta escarchada. Expresivo pero no excesivamente potente con ausencia de sensaciones de solera vieja, de duelas, barnices... En boca es de medio cuerpo, potente, casi agrede con su extremada concentración y una acidez cortante. Necesitado de aireación. Conjunbto especiado, complejo, profundo. Un fondillón que juega la baza de la pureza, nada comercial, clásico, evitando las habituales notas dulzonas. Un producto elaborado con mimo, de mucha calidad, presentado en caja y en botella "fantasía" por no menos de 300 euros.