Rico, rico y rico.

Según la carta del restaurante añada 2003, en la botella no aparece, en la etiqueta sólo aparece Muralleda.
Rojo picota con borde violaceo, limpio, brillante, lagrima fina y rapidísima. En nariz algo retraido, pero se aprecian frutas rojas y balsámicos con retronasal de cerezas y eucalipto.
En boca es redondo, seda que te acaricia la boca, amplio y muy largo, frutas rojas, eucalipto, mineral (pizarra?), especias, aún con buena acidez, la mente te pide más y más.
Es el segundo tinto gallego al que los años le sientan fenomenal, el otro fue un Goliardo Loureiro 2005 que estaba infinitamente mejor que los 2008 más domado, aún con acidez pero fino en boca. el problema es que por la escasez de botellas compramos pocas y demasiado jovenes, mi suerte es que tengo una botella de este Muralleda (creo pq tampoco pone la añada)guardada en mi vinoteca .