Dorado pálido.

Muy buena intensidad. Muchos tostados, cáscara de nuez, bollería, notas cítricas.

Buen ataque. Cremoso, sedoso, acidez correcta, alcohólico. Muy buena amplitud. Post-gusto largo alcohólico y algo cítrico.

Para mi gusto, demasiados tostados.

Catado tras el Picapoll i el Xarel·lo (pansa Blanca), es bastante diferente a los anteriores, con una nariz ciertamente diferente con aromas a mejillones al vapor, caramelo, toques anisados y aromas de vainilla por paso en barrica.
En paladar es de medio cuerpo, algo graso y untuoso, y con un final amargo y un tanto corto. Personalmente el que me menos me gustó de los tres vinos de la bodega. PVP sobre los 11€.

Un buen vino fresco de Garnatxa blanca de Alella. Color blanco casi verdoso. En nariz aromas cítricos con notas muy acusadas de fruta madura. Toques de vainilla y cacao de la poca presencia en madera de roble francés. También aparecen aromas minerales y a especias. En boca es suave y tiene buena estructura. Aparecen gustos minerales también. Un gusto muy persistente.