Elaborado a partir de unas viejas viñas de garnacha que fueron arrancadas tras la vendimia.... así que en muchos sentidos este es un vino único. Vestido de color picota cubierto con destellos violáceos, muestra una lagrima bastante densa. La nariz es intensa, perfumada, con abundantes recuerdos a flor morada, hay profundidad y atractiva definición. En boca tiene buen ataque, aparece concentrado pero elegante, con muy buena acidez, largo y bien perfilado. ¡Quién diría que tiene 16º! Muy interesante....

Probado también el la fiesta de presentación de esta bodega con Vilaviniteca. Curiosa presentación!. El vino que más me gustó fue el mas joven, el Volandera, fruta y golosina. Este vino promete, pero todavía está duro y le falta botella. Muy mineral esta garnacha, que con el tiempo algo dirá.

Desde luego, esta garnacha, que a pesar de tener DO Navarra es de tierras aragonesas (Tierga) en las primeras faldas del Moncayo, recuerda a la garnacha antigua de la zona en muchos aspectos. El primero el alcohol, 16º que en este vino no pasan desapercibidos, acostumbrados a otros de este grado pero que parecen menos, este no disimula, los tiene y los parece. Esta con una frutalidad a mi parecer demasiado brutal, lo que si que traduce que una temporada de botella mayor le vendrá bien (esto lo pienso de muy pocos vinos). Esa frutalidad tan patente se traduce en unos taninos aún por redondear, por esculpir, esa astringencia puede mejorar. El sabor a pizarra es llamativo, muy presente, toques de betún y chocolate amargoso. Sin duda le tengo que dar una oportunidad en unos 6 meses, y subirá su nota a nada que este algo más pulido. Esperando probar el resto de vinos de la bodega, el cientruenos con menos alcohol y el Volandera, de maceración carbónica y con tapon de pito.
Regalito, no opino de la RCP (que es correcta a pesar de todo)