Curioso vino...hecho desde la sensibilidad. Gran regalo.

Viste color rojo picota de capa media. Lágrima marcada; transparente, pero abundante y densa en la copa.
Nariz de intensidad media, pero ciertamente expresiva: a copa parada, asoman unas curiosas sensaciones aromáticas (conservas en lata, aluminio...) al que ceden el paso a otras notas no menos curiosas de hidrocarburos (gasoil). Un comienzo bastante chocante, por lo menos para mí.
Después comienzan a desfilar notas más varietales de la Syrah, que se muestra muy mineral y con muchas sensaciones especiadas que inundan la nariz. Tanta concentración de sensaciones tan diferentes, enmascaran mucho la poca fruta que pueda mostrar en esta fase.
En boca, resulta menos exhuberante, y nos obsequia con frescor de entrada. Recorrido medio en el paladar con dejes amargosos y una adecuada acidez. Postgusto persistente y con un retronasal bastante marcado por las especias.
Desde luego que el vino no deja indiferente. En eso estoy seguro. No hay término medio: o gusta mucho, o no gustará nada.
Desconozco el precio. Gracias a Javier Pardo, por tan noble regalo.
Se siente con el corazón; como lo sintieron sus creadores.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar