vino 8, desafío VIII

Me gustó este blanco, la verdad... aunque ciertamente la madera se notaba demasiado y escondía la variedad, el vino lo bebí encantado en estas noches cordobesas de macro calor. Su acidez muy buena lo hacía posible.

Fresco, elegante, graso, bien trabajado. Con toques herbáceos, tropicales, de sobaquillo incluso al abrirlo... me llevó al Sauvignon Blanc.
Los toffes, mantequillas, golosidades, al Chardonnay.

Erré, pues se trata de un Verdejo con madera.

Acerté la crianza y la añada, aunque con las variedades fallé. En la zona me fui a Catalunya.