Rojo picota con ribete ligeramente violáceo. Lágrima gruesa, lenta y poco teñida. Capa media/alta.
Nariz de frutas rojas en licor, especias (tomillo) y cedro.
En boca es muy amplio, amargo pero alegrado por una cierta acidez y un paso enérgico de taninos recios pero más bien dulces. Recuerdos a cítricos y final con posgusto a jerez seco.

Si se toma a temperatura de agosto malagueño parece demasiado alcohólico, demasiado espirituoso. Un golpe de fresquito le viene perfecto para apreciar mejor sus caracteristicas, creo yo.

Nueva botella de este excelente vino, me llama la atención la excelente integración de la barrica en sus notas, dando una amplia gama de aromas, tostados, ahumados, vainillas, maderas finas, y todo ello sin perder la frescura y el predominio de la fruta, envuelto todo en una excelente acidez y una estructura que sorprende. Un gran vino que además resulta muy largo. Poderoso y elegante. Mejoro nota.

Color picota de capa alta.
Aromas de gran intensidad y de amplio espectro, yendo desde las bayas negras de bosque en sazón a los balsámicos (mentolados), hasta la fina mineralidad pasando por las hierbas mediterráneas.
De tanino jugoso y sabroso, textura sedosa. Con una acidez bien delineada y una estructura amplia y bien definida. Grandes sensaciones frutales y minerales y un recuerdo de toffee en un conjunto muy elegante, con un leve final amargo que incita a beber. Muy largo y de alta persistencia sobre las bayas negras y los balsámicos. Buen potencial de guarda.

Color picota granatoso de capa media - alta.
La nariz, inicialmente cerrada, tras buena aireación resulta intensa y compleja, vainillas, fruta roja, flor ajada, aceituna negra, regaliz, torrefactos, notas minerales y todo ello sobre fondo de tostados.
En boca tiene muy buena entrada, buena acidez que lo vertebra, tanino pulido, el paso es equilibrado y estructurado de marcada amplitud que nos lleva a un final muy largo. En retrogusto predominio de las notas de la crianza.

Granate de capa media/alta. Nariz robusta, intensa, con volumen, notas tostadas, algo de carne roja, recuerdos a flor morada, toques de aceitunas negras, matices especiados y buena expresión de fruta negra. En boca tiene buen ataque, resulta denso, con taninos marcados, dulces y carnosos, bien de acidez resulta largo y estructurado. Vino de corte moderno, con concentración y estructura.

Segunda botella descorchada de este interesante vino ampurdanés. Y siguen las extraordinarias sensaciones de la primera vez que lo probé. Poco tiempo ha pasado para descubrir nuevas impresiones y matices, pero de nuevo vuelve a ser muy grato el encuentro con este tinto.
Muestra un color rojo picota granatoso, de capa media y bien decorado con un intenso y brillante ribete, además de una lágrima abundante y transparente, de media densidad.
En nariz, en mi opinión, es donde este vino refleja toda su personalidad, elegancia y finura.Complejo, expresivo (como su nombre); sutil y seductor (parece que se abre como si de varios velos se tratasen, y uno quisiera ir apartándolos uno a uno).
A diferencia de la anterior botella, asoman a copa parada, una volátil sensación de vainillas, cremas y lácteos que parecen introducirnos en lo que seguidamente vendrá:
Frutillos rojos (guindas en licor), y negros, moras, bayas... en primer término; balsámicos (notas de bosque de eucalipto); mentolados que se sobreponen a ciertos minerales y suaves torrefactos.
A pesar delos 18 meses de crianza en barricas, ésta queda bastante en un segundo plano, percibiéndose muy poco en nariz.
En boca, mantiene una buena acidez. Se siente fresco de entrada, con una potencia controlada a la par. Largo recorrido en el paladar, con algunos dejes amargosos y un posgusto ciertamente persistente y algo mineral.
Para recordar, recomendar y volver a disfrutar.

Agradable color cereza y ribete rubí, de capa media, acompañada por brillantes destellos aframbuesados.

En nariz, intenso, complejo y bien definido, dejando claras muestras de raza.
Aromas francos: fruta fresca- roja y negra - envuelta por notas de flores ajadas que le dan la dimensión de un perfume, pronunciado carácter balsámico. La madera acompaña en un segundo plano con sutiles recuerdos de canela, cacao, caja de puro: siendo siempre protagonista absoluta la fruta, la tierra mojada, el sotobosque y así un sin fin de recuerdos olfativos que te trasladan en le tiempo y en el espacio.

La entrada es golosa, potente a su paso deja sensaciones táctiles pulidas y agradables, buena trama y horizontalidad. Un vino con volumen. Ligero amargor antes de finalizar con su magnífica acidez, que da viveza y frescura.
Sin lugar a duda un vino con personalidad.....un vino con alma

RCP; la que merece un trabajo y resultado tan particular. RCP MUY BUENA

Catado en Catavins 09.
Presenta un color impresionantemente picota brillante, muy vivo. Lágrima fina y con densidad media.
En nariz, muestra muy buena intensidad, frescura y complejidad. Fruta roja y notas intensamente balsámicas. Recuerdos florales y minerales que dajan entreveer ese toque Mediterráneo.
En boca, demuestra frescura de nuevo. Amplia, suave pero potente a la vez, que conforman un buen recorrido largo y frutal, dejando un final ligeramente amargo.
Un vino al que le queda mucha vida por delante, pues se siente joven todavía en botella, a pesar de mostrar tan buenas maneras ya.
Como nota curiosa, y dejando una reseña a su carácter, los dueños de la bodega nos sirvieron como maridaje a este vino, unas trufas y cacao, que hicieron buena compañía a la cata de este vino.
Precio adquirido en Fira, 18€.
En tienda, actualmente ronda los 20€