Una de Mariano García

Como me imaginaba y es lógico, un vino que está en pañales, decantado con 1 hora de antelación y lo cierto es que era poco tiempo, pero tampoco le hemos dado mucho tiempo.

Vista: Color picota granate de capa alta y lágrima abundante que tiñe la copa.
Nariz: Una lástima, cuando se empezaba a abrir, ya nos lo hemos bebido, un vino muy elegante y potente a la vez, frutos negros, mineral y especiados.
Boca: Entrada muy potente, pero a la vez muy elegante. Tanino elegante, acidez muy buena y muy pero que muy largo en boca.

Sin duda un vino que tiene que mejorar mucho en botella, pero que ya hoy está muy rico. Estará impresionante en unos años.

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