Tiene un perfil olfativo interesante, bastante intenso, con profundidad, sigue apareciendo una seductora mineralidad, hay ciertas notas de piña "verde", piel de lima, suaves notas de miel e incluso alguna ligera nota floral forman parte de su perfil olfativo. En boca entra muy bien, presenta cierta untuosidad, muy buena acidez, bastante buena estructura y notable longitud. Sigue resultando una franca aproximación a la variedad dentro de su sencillez...

Dorado pálido.
Nariz de buena intensidad con aromas marcadamente minerales, fruta tropical verde, algo de piña madura, primeros atisbos de los hidrocarburos y unas flores blancas muy perfumadas que van a apareciendo paulatinamente entremezcladas con aromas de miel.
En boca tiene una muy buena acidez, buen equilibrio y siempre amable durante todo su desarrollo, que es largo y con notas cítricas que marcan muy cerca a esa inconmensurable mineralidad.

Es un vino excelente aunque creo que es la añada más floja de todas las que he probado (si no recuerdo mal desde 2002). Pese a mantener un carácter singular, con ese terruño expresándose a cada momento, le falta algo de profundidad y complejidad, además de que no creo que mejore mucho con el tiempo. Recién catado el 2007 hay un abismo enorme, pero también el 2005 estaba excelso.

Amarillo pálido y brillante. Un básico muy seductor en una añada complicada.... como ya nos advierte su nombre resulta bastante mineral, con notas de hidrocarburos,bastante tonos cítricos y notas de miel, bastante ligeras. En boca tiene un ataque intenso, el paso es armonio, ligero pero con una trama compacta, notable acidez y muy buen recorrido. Muy rico.

De mucha concentración en nariz al abrirse y suavemente descargado unos aromas muy efusivos de flores entre cañas y brezas con una mineralidad que fluye, que se apodera de todo a su paso, nariz y boca, para terminar seco, fuerte y con mucha riqueza de notas. Hay yeso, pasteles, fresas y una pizca de azahar y semillas de huesos de albaricoque. Y la pina con un toque amargo.

Amarillo dorado limpio y brillante con ligera presencia carbónica.
Nariz de media intensidad, limpia y tremendamente varietal. Tras una prudente aireación se muestra floral, con algunos toques de fruta blanca fresca como pera o manzana, recuerdos cítricos y un fondo mineral muy elegante que hace honor al nombre del vino.
En boca se muestra fresco, pletórico, con una gran expresividad. De paso limpio y redondo, vertebrado por una excelente acidez y con un final amplio y largo que nos deja sensaciones cítricas, minerales y frutales. Ligero y agradable deje amargoso final.
Excelente vino básico de Schönleber, un grande de Nahe, elaborado con las uvas que no forman parte del “Grand Cru” Halemberg. De gran frescura y limpieza, pero con complejidad y prestancia. Irá a más. Precio unos 16 euros, magnífica RCP. Para beber a pares.

Color amarillo pálido con brillos dorados.

Nariz exuberante y de una potencia espectacular. Con predominio de aromas a cítricos, frescos y dulces al mismo tiempo, a uva y a mango, sobre una mineralidad bastante pronunciada. Los mejores adjetivos serán para la nariz, que satisfarán tanto al que sólo busca embriagarse con su intensidad, como al que necesita una cierta complejidad.

La primera sensación en boca es la del picor que provoca un exceso de sulfuroso, algo que queda solventado con una simple aireación. Presenta sabores a manzana y en contra de lo esperado en nariz, se mostrará más bien seco, con una acidez moderada y bien equilibrada, dejando un final un tanto amargoso que hubiese quedado suavizado con un poco del dulzor de la nariz.

Nota: mi botella indica que tiene un 12,5% de alcohol.

Amarillo claro
Aroma a ruibarbo, cítricos, flores silvestres.
Cuerpo medio, boca muy mineral como indica su nombre. Profundo. Final cítrico y largo. Excelente