Catado en formato magnum.

Dorado limpio y brillante.

Nariz de gran intensidad, compleja, poderosa, apabullante. Notas de flor seca, frutas blancas de hueso maduras, albaricoque, melocotón, tonos cítricos de pomelo, un salvaje fondo mineral, frutos secos, herbáceos, una tenue traza de hidrocarburos, recuerdos oleosos, cera, pedernal, en fin, algo realmente grandioso. ¡Qué nariz!

En boca confirma su brutal clase, es un vino potente y de enorme peso y prestancia, pero perfectamente balanceado y vertebrado por un soberbio esqueleto ácido. De paso firme y poderoso, armónico, largo, delicioso, deja en el final una larga impronta de frutas maduras y trazas minerales. Persistente.

¡Tremendo vinazo! Se trata de una versión especial de GG Halenberg, pues es un embotellado de la mejor parcela del viñedo, solo se elabora en añadas muy especiales y muy pocos litros, quizá en mágnum no lo volvamos a ver, pero es uno de los mejores riesling secos que hemos probado nunca, al nivel de los más grandes. Un vino inolvidable.