El equipo de viticultores, ha decidido esperar para la vendimia tras un ciclo largo vegetativo, siguiendo las directrices de Charles Chevalier, este año. Entonces se desvela con riqueza y complejidad aromática, prueba de la paciencia para madurar las uvas, y el vino expresa notas de cuero, frutillos rojos, regaliz, pan tostado y moka. Amplio y potente, el paladar se apoya en taninos plenos de sabor, que anuncian un largo potencial de guarda, durante 7 ó 8 años necesarios para abrir una de estas botellas. Desde 2012 a 2030.

Color muy atractivo, pero lo que enamora inmediatamente es la nariz. ¡Maravilloso! Una cascada de matices de todo tipo, que sacia el olfato (venticuatro horas después de la cata, cerrando los ojos, puedo percibir este Lafite). Muy y muy bueno. Clásico y equilibrado. Elegantísimo. Con aquel punto de dulcedumbre no exenta de carácter. Pero... cuando crees que estás a punto de alcanzar el paraíso, el vino cae en picado. Le falta algo para alcanzar la perfección. ¿Necesita algo más de botella o la cosecha 2001 no puede dar más de sí? La comparación con el Pichon-Baron 2000 que caté hace poco nos muestra como la distancia entre "premièrs" y "deuxièmes" es menor que la distancia entre cosechas. El Pichon era, emho, bastante superior. En cualquier caso, este Lafite quedará en mi memoria y en la de mis compañeros de cata.

Catado con el Gaja Conteisa 97 fue un duelo espectacular.
Despues de una añada como el 2000,el 2001 lo tenia dificil y sin embargo se trata de una añada infravalorada con precios asequibles(no como la locura del 2005).El color es muy cubierto,opaco brillante.La nariz es de ensueño.Aromas de chocolate,cassis,vainilla,almedras tostadas?.Durante 2 horas el vino cambiaba sin descanso.Una maravilla.La boca con un gran equilibrio y elegancia.Gran persistencia.
Recomendamos este vino y otros Buredeos del 2001.
Precio sobre 180 €.