Fundada en 1955, Beaumont des Crayères es una pequeña cooperativa que elabora excelentes vinos de Champagne, sin ruido ni fanfarronería. A ciegas, puede competir con champañas de marca : Bara, Fleury, Lenoble, Drappier o Gatinois.

 De color amarillo azafranado, desprende aromas delicadísimos de flor de acacia, de membrillo muy maduro, de hueso de melocotón, de castañas glaceadas, de tabaco rubio y de cera de abeja. En boca, es un sinfín de sabores que remiten a la corteza de pan, al bollo de leche, a la compota de manzanas reinetas, a las peras cocidas. Hay también un toque de avellanas machacadas. Siempre vivaz y muy salivante pero rotundo, crepitó suavemente en nuestras flaútas : espuma discreta y rosario de burbujas liliputienses, como un baile estiloso.

 La etiqueta no tiene ningún importancia y es posible servir un champán en una garrafa antigua, lo que hicimos para el placer de los ojos. Fue una fuente de agrado a precio de ganga. ( PVP : 21 € )

Color dorado brillante.
Nariz de buena intensidad con aromas de frutos secos, fruta escarchada, ralladura de limón, pan recién horneado y un punto mineral final. Muy rico y equilibrado en nariz, con esas notas frescas que se entremezclan con las notas más carnosas, más mantequillosas. Me gusta esta nariz por su equilibrio.
En boca tiene una muy buena acidez, es cremoso, fresco, largo, crujiente en su desarrollo, con el carbónico perfectamente integrado, notas de hinojo por retronasal y largo recorrido.

Un champagne básico de muy buena factura.

Dorado pálido y brillante. Nariz de media itnensidad, limpia y bien definida aunque sin mucho volumen, algo de frutos secos, también toques de bollería y alog de manzana asada. En boca es sencillo, fácil, con buena cremosidad, bastante recorrido y buen acidez.