La cata que mi buen amigo Antonio Fernandez me ha propuesto ha sido una copa procedente de una decantación > 1 hora y otra copa directamente de la botella sin decantar.
Es evidente que la evolución que ha tenido tras la oxigenación sufrida en el decantador, favorece la nariz, aunque se me antoja que hay que disfrutar este vino en su boca desde el primer momento y vivir una evolución en copa.
Sutileza, elegancia, civilizado, sensual, todos estos adjetivos pertenecen a Alta Pavina Citius 2000 un pino noir que nos muestra la grandeza de esta variedad. Su visual no aparece tan castigada, teniendo en cuenta la poca cantidad de antocianos que presenta la Pinot. Aromas aún frutales con apuntes de fruta roja sazonada que conforma un delicado y frágil corazón donde las notas especiadas (sándalo, clavo) ligan con otros apuntes terciarios (cuero y hoja de habano). En boca destaca por su volumen y su textura sedosa con unos taninos nobles y maravillosamente civilizados. Su longitud en boca es otro de sus pontos fuertes, presentándonos un postgusto repleto de múltiples aromas.
Sin duda un vino para los que quieran conocer una de las variedades más exigentes, en una elaboración exquisita.
Visual: Colora ocre amarronado, capa baja, denso.
Olfativa: Cuero, especiado, licoroso.
Gustativa: Alcoholico, plano, y corto.
Mejoro algo con el tiempo en copa.
Tasación: 14 euros.
Rojo cereza de capa media.
Nariz elegante con aromas de fruta roja fresca, regaliz roja, tierra húmeda y flores ajadas. Elegante, compleja y de buena intensdidad.
En boca tiene una buena acidez, con una retronasal de cacao y torrefactos suave, equilibrada. Buen recorrido.
Un vino elegante que me cautivó desde el primer momento.
Vino de color cereza tenue, media capa y ribete violeta oscuro. Nariz con aromas de rosas marchitas y flores secas, hojarasca, humus, tabaco vegetal, tierra y cortezas de ciprés. Con la aireación salen aromas de fritillos silvestres sobre matices de torrefactos y cacao. En boca es ligero y de paso algo seco, con una sensación de fruta macerada que deja pequeñas percepciones de alicoramiento, unido a notitas de cacao y torrefactos en el posgusto. Retronasal de flores secas ( violetas ) que deja un recuerdo perfumado. Curiosa expresión de la Pinot Noir en Castilla y León, donde el estilo Borgoñón que imprime a los vinos juega con la intención de llegar a expresar, quizás con demasiado interés, las características de los vinos de esa zona francesa.