Después de varias botellas más. Sigo pensando que en aromas esta bastante bien, por la frutosidad y los tostados ténues de la madera.
En boca sobresale su buen paso de boca, aunque más ligero y con menos estructura que el 2000, incluso menos que el 2001, aunque sigue siendo un buen vino.
Picota con ribete violáceo. Capa alta. Aroma a fruta muy madura, vainilla, cacao, hierbas aromáticas (romero, lavanda), algo de balsámicos y un fondo de madera nueva. Nariz de buena intensidad, muy aromática y marcada por la barrica, pero interesante. En boca es básicamente seco, con buen cuerpo. El paso es muy frutal (fruta muy madura), cremoso y con cierta carnosidad. Sabroso, algo goloso y aparentemente ligero, pero bien estructurado. Cierto exceso de madera que le aporta algo de aspereza, aunque sin avasallar y bien compensado por su gran frutosidad. Final frutal, achocolatado, algo oportizado y con recuerdos de hierbas aromáticas. Buen vino, maduro y maderero pero con buen equilibrio en ese particular estilo. La prueba es que no se hace pesado y permite el trago largo. Estupenda compra por 5,25€.
Color cereza con borde granate.
Aroma de intensidad media a frutos muy maduros, regaliz, vainilla y tostados.
En boca es un pelin astringente, que se domará con el tiempo en botella, bastante frutal.
Tiene que redondearse en botella, a Marcelino le gusta hacer los vinos "crudos" y que se vayan macerando en vidrio, de momento "raspa", aunque en 1 o 2 años estará redondito.
Cuesta sobre 6 €, el corcho un 7
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