Nos agenciamos este vino del cual habíamos leído muy buenas críticas y que probamos a principios de 2021 en su añada 2016 con un formato de botella diferente. La de 2016 bordelesa y la de este 2019 tipo borgoña. Procedente de viñedos que llegan hasta los 120 años (me encanta), y con una crianza mixta de roble y hormigón. Abrimos la botella y dejamos que respirase por espacio de 50 minutos. Corcho muy compacto, y tintado 2-3 mms desde su base.
VISUAL: De capa alta, rojo picota, de estrecho ribete rubí con matices agranatados. Muy brillante, limpio y de lágrima abundante, fina y transparente (94).
OLFATIVA: En primer término hay notas de fruta madura, arándanos y compota de ciruela negra. Agitamos y despuntan aromas terciarios, a café tostado y ahumados. También asoma un puntito de chocolate negro junto con especiados de pimienta negra y clavo y herbáceos de laurel y montebajo (orégano). Por último destacan unos frescos balsámicos de regaliz y eucalipto, y como no podía ser de otra manera, la madera, roble puro y duro marcado a fuego. De intensidad media-alta y gran complejidad (92).
GUSTATIVA: Muestra una cierta tanicidad de entrada, con un paso por boca muy frutal en donde asoman compotas de mora y mermeladas de arándano negro, notas herbáceas de montebajo y especiados de pimienta. Vino corpulento y alcohólico, "parkerizado" diríamos, con un retronasal que desprende fragancias de guindas en licor. Post-gusto con apuntes de la crianza muy claros, duelas envinadas, roble y unos tostaditos de gran elegancia. Un vinazo, corpulento y señorial, con un tanino ave fénix, aportando personalidad y carácter sorbo tras sorbo. Las uvas de esas viejas cepas están muy concentradas, regalándonos matices de alta extracción. Es de los que me gustan, se hace notar en la mesa, con una persistencia además tremenda, cercana a los 4 minutos. Con mucha vida por delante, en plena fase ascendente en estos momentos. ¡¡Qué vinazo amigos!! (93).
La RCP me parece muy buena. Conseguimos en oferta un par de botellas por 20 euros cada una.
MARIDAJE: Lo abrimos con unos suculentos garbanzos con chorizo, costilla y "patacón pisao". Otro día acompañó un monumental Porterhouse steak al romero con pimientos y mellocos. Y nos lo terminamos con una rica paellita valenciana (hecha en Ecuador ):). Magnífico con todos los platos, destacando el maridaje con los garbanzos y con la jugosa carne roja. Vinos con esa corpulencia y de tan alta extracción piden a gritos ese tipo de sabores cárnicos y especiados de alta intensidad, tal para cual. Qué gran disfrute amigos!!.
VIDEOCATA: https://youtu.be/xfI-mZrbTSc
Salud-os!!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.