Hoy vamos con este vino blanco cuya botella es una maravilla en su presentación. De forma troncocónica y color marrón oscuro con una etiqueta en la parte inferior sobria, de fondo blanco y con letras negras y doradas. Al parecer es un multi-varietal con predominancia de la uva verdejo. Fermenta en depósitos de hormigón y tiene una crianza de cinco meses en barricas de roble francés. Lo dejamos abierto una hora y media, y tras sacarlo de la nevera procedemos con su valoración a 10°C. Corcho muy compacto y bastante largo.
VISUAL: Siendo un 2019 ya tiene un color de cierta evolución, amarillo dorado con reflejos acerados, cristalino y muy bonito. Su lágrima es abundante, fina y transparente (91).
OLFATIVA: A copa parada emana aromas de fruta con hueso y blanca, níspero, albaricoque, pera y manzana roja. Agitamos y nos arroja un puntito especiado dulzón, avainillado, así como un recuerdo lácteo de crema inglesa. También hay herbáceos de hinojo y notas de la madera, sutiles, de ebanistería fina. Sorprende en nariz, incluso encontramos un toque mineral de canto rodado. Muy rico, descriptores bien definidos e intensidad media alta incluso tras la hora y media de oxigenación (91).
GUSTATIVA: Un vino muy redondo, equilibrado, de alta acidez, sedoso, amable y sin estridencias. Golosito, de tacto cremoso, con un paso por boca de cierto cuerpo y con un retronasal que recuerda a la bollería, con apuntes de bizcocho y barquillos (o neules). En post-gusto es maravilloso, hay recuerdos especiados de vainilla, notas de chocolate blanco, dulcecito, con apuntes de compota de manzana. Delicioso, con un toque de pastelería brutal, a croissant, para terminar con un puntito mineral y un ligero atisbo como de manzanas asadas. Nos da una persistencia de dos minutos y 45 segundos. De gran complejidad, magnífico, muy grata sorpresa (93).
La RCP es excelente, sobresaliente vinazo con un precio de 7.50 euros.
MARIDAJE: Lo abrimos con un espectacular y jugoso lomo de atún rojo a la salvia en salsa teriyaki y frutos rojos. Otro día nos lo tomamos con una torraeta de anchoas. Nos lo terminamos con un exquisito ceviche templado de corvina y vieiras. Vino gastronómico a más no poder, fantástico con los tres platos, aunque quizás destacaremos el maridaje del último día. Las notas salinas y cítricas de nuestro ceviche armonizaron maravillosamente con los apuntes frutales, herbáceos y de pastelería de nuestro sorprendente vinito. Qué gozada y que sorpresón!!
VIDEOCATA:
https://youtu.be/bNwrOfxPSR4
Salud-os!!