Encontramos este vino monovarietal airén en nuestro supermercado habitual a muy buen precio (aunque tres veces más caro que en España). Tuvimos la botella en la nevera y lo sacamos para proceder con su valoración a 10.5°C. Tapón de silicona.

VISUAL: Precioso color amarillo oro, intenso y muy brillante, con un aspecto como oleoso muy atractivo. Presenta abundantes lágrimas, muy finas. Probablemente estos casi 4 añitos han ayudado en la evolución de su maravilloso aspecto (96).

OLFATIVA: En nariz parco en aromas, nos cuesta mucho discernir prescriptores. No obstante y con mucha dificultad podemos apreciar algo de fruta con hueso (albaricoque) y algún toque floral como de manzanilla. Al final se perciben notas cítricas de mandarina, pero repito, todo muy muy apagado, muy baja intensidad (78).

GUSTATIVA: En boca tiene una buena acidez y se nos antoja seco en su paso por boca. Post-gusto mineral con notas calizas y con un toquecito láctico como una crema de limón. Persistencia corta, de unos 35 segundos tan solo. Un vino simple pero realmente amable en boca, con el grado alcohólico muy poco perceptible, ideal para tapear (84).

La RCP en España es inigualable, 1.50 euros la botella, qué barbaridad!!... (en Ecuador nos costó 3.80 euros al cambio).

MARIDAJE: En esta ocasión cayó en los preliminares de un arrocito caldoso de langostinos y almejitas, tapeando unas minitostas de brie con mermelada de fresa y otras de mostaza a la antigua con aceitunas. Ideal para aperitivo, entra como si nada, peligrosito...

Salud!!