Nueva ocasión de disfrutar de este vino valenciano del que es fácil enamorarse y que va apareciendo cada vez más en cartas de restaurantes de buen nivel porque además creo que ha llegado a ese punto de calidad y madurez de los buenos vinos blancos que cada vez más están apareciendo en muchas DOs.

Su color ya indica su elaboración y su grado de madurez siendo de un color dorado llamativo. También en nariz consigue un equilibrio entre notas de juventud y notas de crianza, además de sacar lo mejor de ambas uvas. Pero en boca es donde más te conquista con la presencia de múltiples sensaciones, todas ellas en equilibrio, con sutileza, con persistencia.. encuentras diferentes sensaciones frutales, notas florales y especiadas, mineralidad, salinos, dando una buena complejidad y trasmitiendo la elegancia de los grandes blancos.

Un vino capaz de acompañar casi todas las comidas pero también para tomar como copa en solitario para todo momento.

Color amarillo dorado con reflejos dorados, limpio y brillante.

En nariz presenta un alta intensidad de aromas con mucha fruta blanca y de hueso, también cítricos, notas florales y van apareciendo notas aromáticas de especiados (pimienta blanca), toques salinos y en menor grado hay mineralidad de fondo y fruta tropical; complejo, estructurado y persistente.

En boca es un vino con buen cuerpo y estructura, con volumen, de trago corto; alta presencia de sensaciones frutales, acidez cítrica destacable y bien integrada, sin sensaciones alcohólicas, notas especiadas y sensaciones herbáceas y minerales finales. Larga persistencia. 

Un vino de complicado y original coupage (viognier y riesling al 50%), muy cuidado desde el terreno hasta su comercialización y ha conseguido un gran blanco. Sobre 25€ y 2.000 botellas.