Nos han traído dos botellitas de este vino unos amigos españoles. Se trata de un bivarietal cabernet-carmenere muy sugerente aunque se trata de un vino jovencito y de baja graduación. Abrimos la botella y la dejamos respirar media horita antes de proceder a su cata a 16°C:

VISUAL: Color rojo cereza de capa baja sin apenas ribete. Abundante lágrima, densa, lenta y transparente (80).

OLFATIVA: A copa parada hay notas a zarzamora y apuntes florales. En movimiento desprende aromas especiados de canela, un fresco toque a lavanda, algo de pimiento verde y también recuerdos a tabaco de liar y guindas en licor. De intensidad y complejidad medias (82).

GUSTATIVA: En boca es un vino bastante simple con buena acidez y taninos inapreciables, de baja extracción. Retronasal con atisbos a fruta negra, arándanos y ciruelas y con un ligero toque de moka. No lo sé a ciencia cierta pero diría que o no tiene, o tiene unos pocos meses de barrica (dos o tres máximo). Persistencia corta, apenas un minuto. Un vino muy fácil, sin pretensiones pero muy amable, quizás demasiado. Para beberse ya, no le veo mucho potencial de envejecimiento la verdad. Para tomar fresquito en verano y como aperitivo me parece una buena opción. Un vino muy comercial del cual estoy seguros se deben fabricar cientos de miles de botellas anualmente para todo el grandioso mercado que abastece esta gigantesca bodega (81).

La RCP La dejaremos en buena. Cuesta unos 6 euros y para ese precio no está mal.

Lo maridamos en tres ocasiones. Bueno, la primera vez lo tomamos de aperitivo, previo a la paella y resultó delicioso como entrante, a 16°C perfecto, incluso a 14 o 15 mejor aún. En la segunda ocasión acompañó un jugosito entrecotte a la plancha. La frescura y buena acidez de este vino le vino muy bien a la carne. Y para terminar la botella, lo maridamos con nuestro surtido de ibéricos de los lunes. La verdad... demasiado manjar para este vino, pero bueno, nos lo tomamos con gusto. Salud-os!!