Color caoba con ribete poco anaranjado y levemente verdosa ( indicativo de jerez viejo).

intensidad media, botica,  más de mueble viejo, anticuario, alcohol integrado, leve caldo de carne. Profundo pero necesita aire!!

Bofetada de alcohol nula, grandiosa boca, estructura, equilibrado, salino, plenitud,  muy redondeado y sabroso con recuerdos de caldo de carne para disfrutar de uno mismo con un buen libro o sin libro!!. Muy grande. 

Disfrutado en la Comida de Bojos Pel Vi celebrada en el Restaurante El Laurel el 07/01/2017.

Visual: ámbar oscuro amarronado, limpio y brillante. Precioso.

Nariz: de tremenda intensidad, barnices poderosísimos, frutos secos, flores marchitas, notas a velo de flor, hongos, tiza, aldehídos, maderas viejas, balsámico-mentolados potentes. A pesar de ser, en teoría, un amontillado viejísimo (tampoco lo indica en el etiquetado), su nariz tiende ya más a la de un palo cortado muy viejo (por su complejidad, potencia y elegancia).

Boca: ataque de mucho volumen, potente, con peso, gran cuerpo, buena densidad. A pesar de su potencia, es un vino sápido y ágil en el paso por boca. El final es eterno y espectacular, con notas a frutos secos en retrogusto y aldehídos, barnices y balsámicos en vía retronasal.

Espectacular vinazo, una auténtica delicia, maravilla y placer puro para el hedonista y disfrutón de los generosos de gama Premium.

Evidentemente, es un lujo pues con un PVP de unos 140-150€, no cabe definirlo de otra forma (aunque, por circunstancias, sé que quien lo aportó, pudo conseguirlo por unos más que "razonables" 90-95€).

Un vino muy escaso, muy curioso, muy potente y seco, con valor de antigüedad elaborado por la bodega Gaspar Florido, Viejísimo, 25 GF es un vino con una edad que oscila entre los 90 y los 110 años y una producción mínima. Cada año salen al mercado un máximo de 25 nuevas botas. Su color es caoba ambarino rubí y tiene un aroma salino y punzante, incisivo y limpio en nariz. 25 GF resulta especiado en la boca y muy largo en el postgusto. Es seco y con gran estructura a la vez que ligeramente almendrado, aterciopelado y amargo. Muy largo, eterno, para beberlo con moderación, este vino es casi un Palo Cortado, que Gaspar nunca etiquetó como Palo Cortado sino sólo "Jerez Viejisimo", sabiendo que las líneas están ligeramente borrosas entre estilos con vinos de esta edad.