Botella bordelesa de vidrio muy oscuro, etiquetas marrones con letras negras. Corcho natural de buena calidad, grosor y longitud bañado en vino hasta más de 1/3 de la longitud del mismo por algunas zonas interiores. Huele muy bien a fruta negra.

Botella nº 7278 de 7531

Abierto más de 60 minutos antes del consumo y cata.

Visual:

Rojo cereza-picota granatoso de capa media-alta, ribete granate-transparente con ligeros destellos todavía sutilmente cardenalicios, limpio, brillante y con buena y abundante lágrima de rápida caída.

Nariz:

De muy buena intensidad, fruta roja y, sobre todo, muchísima fruta negra muy madura, licorosa y prácticamente compotada, regaliz a tope, lácteos, balsámico-mentolados, eucalipto, pino, coco, maderas finas, tabaco de pipa, pimienta negra, vainilla, canela, clavo, toffee, chocolate amargo, café torrefacto, herbáceos de monte, hinojo, monte bajo y notas sutilísimas a finos cueros.

Boca:

Ataque bastante potente y estructurado pero, a la vez, elegante, con mucha fruta negra compotada, carnoso y cremoso, con notas a mermelada de ciruelas, poderoso tanino que está bien trabajado pero que aún se nota con cierta astringencia en encías y mucosas; es un vino que se nota joven, con buena estructura y cuerpo, densidad media-alta, acidez media (no especialmente destacable, pero es más que suficiente para aportarle cierto frescor frente a su 15% de volumen alcohólico).

Dentro de su elevada potencia tenemos un vino elegante, amable y balsámico en el paso por boca, con mucha frutalidad y chocolates con fondo de maderas finas.

El final es de notable longitud: con retrogusto y retronasal con notas de las antes comentadas que lo redondean bastante bien.

Buen vino semicrianza de la DO Ribera del Duero. No es un Roble típico (tiene más de 4-6 meses de crianza). No es un Crianza (tiene menos de 12 meses).

Por buscarle algunos defectillos (EMHO): un pelín excesivo en alcohol y algo modesto en cuanto a acidez/frescura (su analítica lo delata, aunque soy consciente que, siendo la DO Ribera del Duero y tratándose de uvas muy maduras, no cabía otra circunstancia).

En cualquier caso, creo que, dado su estructura, tanicidad, grado alcohólico y mediana acidez, evolucionará bien todavía otros 4-5 años en botella.

PVP = 12-13€. Buena RCP si uno gusta de este estilo de vino: Riberas del Duero de corte moderno, relativamente jóvenes y con mucha carga de tanino, fruta, alcohol, madera y estructura (y con relativo potencial de envejecimiento en botella).