Latitud 40 graciano

Despliega un rico aroma frutal entre maduro y en confitura, sin caer para nada en lo pesado. Hay un toque ferroso y sanguino y otro muy claro, a monte bajo. Suave aspecto licoroso de cereza. En el fondo convive un toque a cuadra limpia que se va y que en ningún momento molesta. Hay piedra mojada, pizarra, es algo medicamentoso, pesa la mora y la cereza junto al regaliz.

En la entrada en boca se muestra amable, es rico, con una buena carga frutal y de una sana frescura aunque en el conjunto es maduro. Mascas las moras entreveradas, las fresas y las cerezas, todas sabrosas y repletas de una acidez viva y radiante, realmente especial, me gusta, señala su procedencia de vino natural.

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