Pensaba añadir una nota de cata pero leyendo lo de Bilbis (que lo clava) creo que me ahorro el comentario.
Vino normalito, tirando a simplon y mucho marketing de por medio porque estaba hasta convencido que era un referente en la Bobal y no lo es para nada.
Totalmente defraudado...

No me ha gustado mucho este vino. Esperaba algo más y desde luego que opciones bobal mucho mejores, las hay. Sobre todo sorprendido con su rugosidad en boca y con su sabor metálico y ácido final que lo hacen casi desagradable. Una nariz frutal , también ácida, penetrante, vino joven ,fruta básica.

Color rojo picota, capa media-alta, ribete vivo con reflejos violáceos.

nariz fresca y muy primaria, mermelada de arándanos, hierbas de monte, flores violetas, balsámicos y grafito.

En boca es un vino fresco, jovial, afrutado, tanino joven pero muy agradable, buen final amargoso con recuerdos balsámicos.

Una bobal joven, rica y que no cansa. Buen aliado en la mesa y una excelente RCP.

Rojo picota granate con ribete cardenalicio. Capa media. Lágrima media abundante y muy poco teñida.
Nariz especiada a hierbas aromáticas, chucheria y frutas rojas frescas.
En boca muy ácido, taninos intensos algo abruptos, mal ensamblados , algún recuerdo a madera y a hinojo, anisado. Posgusto poco persistente con atisbos de fresa y confitura de frutos negros.
No agradable, estridente .
Muy parecido a vino de Tetra-brik pero algo menos suave.

Botella guapa, guapo precio y corte moderno en el vino.

Una bobal más ligera, fresca y facilota que la mayoría.

Simple, cortita, pero funciona.

A mi me gustan más otras, pero es justo reconocerle sus méritos.

Se trata de un bobal cien por cien, diseñado por Bruno Murciano y David Sampedro, con viñas de Caudete de las Fuentes. Es sutil en nariz, paso por boca suave, ligera astringencia, postgusto medio, que invita a seguir bebiendo.