Restaurante Sa lola en Blanes
Restaurante Sa lola
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes y Martes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
33 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.5
Comida COMIDA
8.7
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
9.1
Ensalada de Otoño
El pastel
Los Maresmeños
Sa Lola
Opiniones de Sa lola
OPINIONES
8

Desde el entrante hasta las dulces tentaciones del menú Gastronómico y el vino... Un placer para todos los sentidos.

Excelente restaurante Gastronómico de cocina molecular y de autor.
Platos elaborados perfectamente y vinos muy bien seleccionados.
Ha sido todo un placer.
Lo recomiendo 100%
Precio excelente.

Día entre semana y no hay más opción que un menú de 25 €. Puesto que habíamos ido expresamente a Blanes para comer allí, nos resignamos.
Los entrantes eran todos a compartir y los segundos a elegir entre varias opciones algunas con suplementos.
Nos sirvieron:
-Sopa de ensaladilla rusa con ventresca de atún, vamos una ensaladilla normal y corriente que en lugar de mahonesa llevaba esta misma salsa sin ligar.
-Minúsculo bocadito de jamón ibérico y caviar de arbequina.
-Ensalada aérea de tomate y albahaca con queso de cabra, en resumen una espuma de ensalada
-Había para elegir entre espeto de sardinas o mejillones a la brasa, pedimos uno de cada para compartirlos.
-Arroz negro al carbón con láminas de bacalao.
Buen pan de coca con tomate.
De segundo elegimos:
-Carrillera ibérica a la brasa y Pluma ibérica a la brasa, esta última con suplemento de 5 €. buenos los dos platos.
De postre un tiramisú y un lumumba (mousse de cacaolat con brandy) que me hizo recordar mi ya lejana juventud.
Un buen cava AT Roca brut reserva acompañó toda la comida
Dos cafés.
Quedamos algo decepcionados después de varios comentarios quizás demasiado "excitados" que nos habían recomendado expresamente esta carpa-restaurante.
Probaremos en otra ocasión pero para cenar para quitarnos el mal sabor que nos ha dejado esta experiencia.

Tras los comentarios de Francescf y Jeronimo, prácticamente no me queda nada nuevo que añadir pues entre ambos han hecho un perfecto resumen de los que fue esa magnifica III Quedada Maresmeña organizada por Diego "Maresme" en el restaurante Sa Lola.

Tanto el Chef Rafa Salinas como el jefe de Sala Albert Mir son de la escuela del Bulli y antiguos miembros de Tickets. En Sa Lola , descubrí una buena cocina de autor de inspiración Adrianesca perfectamente puesta en valor por los vinos "Divinos"con los que nos homenajeo Diego.

Tratándose de un menú acordado , aunque casi todos los platos, excepto dos, el Steak Tartare con morcilla de Burgos y la Merluza de palangre con mahonesa y hierbas, están en la carta, no voy a puntuar la RCP puesto que no los conozco realmente. Solo puntuaré la cocina y el entorno. A los vinos les pondría un 10, pero esa nota no es para el restaurante sino para Diego.

Fue mi primera Quedada Maresmeña, y tanto MC como yo disfrutamos de lo lindo, en un estupendo ambiente de fiesta, acompañados por simpatiquisimos amigos, como puede bien verse en la foto efectuada por Jeronimo, y al mismo tiempo, degustando una comida refinada y unos "excelentísimos" vinos. Que se puede pedir más ? Ahora solo queda esperar hasta el próximo año...

Cuando estemos por Blanes, volveremos sin ninguna duda a visitar Sa Lola, restaurante en su género muy recomendable.

Gracias Diego

Al final todo llega, incluso esos días que por esperados hacen que los días parezcan semanas, y las semanas meses, y los meses años,……… ¡al final llegan! y este año llegó a Sa Lola en Blanes, población donde empieza la Costa Brava, y donde Diego “Maresme”, nos ha descubierto un restaurante que muchos de nosotros no conocíamos, pero que desde ahora ocupará un lugar entre nuestras primeras opciones.


Dice Francesc en el anterior comentario, ”me limitaré a señalar que jamás hubiese entrado en él de no habérmelo recomendado alguien de confianza”, y precisamente hace unos meses animado por los comentarios en Verema pasé por allí, miré al interior y me pareció que estaba cerrado por lo que acabé en un conocido restaurante del puerto, claro que por aquel entonces yo no sabía que el comedor está al otro lado de la calle, en pleno paseo marítimo.


Por lo demás, básicamente de acuerdo con el anterior comentario, aunque quizás por lo animado de la charla con los amigos veremeros, la cadencia de presentación y retirada de los platos me pareció correcta.


Y vamos al tajo. Todo el "comercio" y el "bebercio" como es norma en las maresmeñas, elegido y maridado por Diego, que nos preparó una cata a ciegas de los vinos siendo esta la primera vez en que yo solito y sin ayuda de nadie acerté una de las botellas, más que nada porque no se sostenía derecha en la mesa.

  • Para empezar una Steak Tartare con morcilla de Burgos. Venía acompañado de una patata curiosamente envuelta en papel de aluminio comestible, me gustó el Tartar, me gustó su gusto a morcilla de Butgos, me gustó el papel de aluminio de la patata, y me gustó el Kripta del 2004

  • Y seguimos con Filipino de Foie. Simple y llanamente espectaculares.

  • Y Mozzarella caprese esferificada . Se nota su paso por la cocina de Adrià.

  • Y Resaca de Cancún . Sabores dispersos.
  • Y Oliva esferificada . Otra esterificación y otro acierto.

  • Y Ensalada con Crema Mediterránea . Refrescante.
  • En este punto nos presentaron unas bandejas de crujiente Coca del Empordà Torrada, que sirvieron de base para el siguiente plato, Crujiente de Primavera. Una espectacular anchoa de L' Escala, con salsa pesto y pera dulce sobre el crujiente pan de coca.

  • Para el siguiente plato un trampantojo, Fondue de Queso. Dios, como se enteren los suizos………!!!

  • Y siguen llegando platos, como este Hummus con Berenjena y Miel. Rico, muy rico, y mira que no soy yo mucho de berenjenas y mieles.

  • O estos Langostinos cornflakes. Crujientes y sabrosos, con cereales y salsa agridulce.

  • Y para finalizar los platos comunes, un “pinchito” de Merluza de palangre con mayonesa y hierbas. Buena materia prima y perfecta de cocción.

  • El último plato a escoger entre varias opciones, como el Bacalao a la Brasa con crema de guisantes, que creo pidió Joan. O la Pluma Ibérica, elegida por Diego, o las Espalditas de conejo con all i oli de zanahoria, que más bien debería llamarse Espalditas de conejo con “pastanaga i oli”, (zanahoria y aceite), que fue mi elección.


    Los quesos:


  • Joan y Marie Claire se presentaron con un surtido de quesos artesanos de Montpellier, que hicieron las delicias de "casi" todos.


    El postre:


  • Aprovechando que era el cumpleaños de Francesc, y siguiendo las pautas maresmeñas, no podía faltar El Pastel. …….Es que son como niños!!!


    Para beber:


  • Bebida, lo que es bebida no faltó, aquí teneis unas cuantas botellicas. Y aquí el resto.
  • Kripta BNGR 2004
  • Billecart-Salmón Brut Réserve NV
  • Recaredo BNGR 2000
  • Recaredo rosado 2003
  • Comtes de Taittinger 1995
  • Viña Tondonia blanco reserva 1993
  • Fransola 2004
  • Pazo de Señorans Selección de Añada 2004
  • Clos Mogador 1997
  • Dalmau 2001,
  • Deluxe Cream Capataz Andrés
  • Moscatel Las Cruces 100 años


    Un día de disfrute acompañado de buenos amigos, buena comida, e inmejorable bebida. Sin duda junto a la anual del Celler de lo mejorcito y más esperado del año.



    No quiero dejar pasar la ocasión de mostrar mi agrado por la elección de SA LOLA, una verdadera sorpresa y como digo anteriormente, para ponerlo el primero de la lista en próximas visitas por la zona.



    No suelo valorar estos eventos pero sin duda en caso de hacerlo la nota sería de sobresaliente “p’arriba” en todos los aspectos.



    Gracias Diego.






    • El pastel

      El pastel

    • Los Maresmeños

      Los Maresmeños

    • Sa Lola

      Sa Lola

    Como David_Vela ya ha comentado anteriormente cómo es el restaurante, me limitaré a señalar que jamás hubiese entrado en él de no habérmelo recomendado alguien de confianza, como así fue en esta ocasión, debido a su ubicación en el paseo marítimo de uno de los pueblos turísticos por excelencia de la Costa Brava. Gracias a Maresme nos reunimos doce comensales en una mesa preparada al efecto en la terraza. Tamaño bastante justo y dificultades para acceder a algunos asientos, especialmente los del sofá. Mantelería y vajilla correctas, aunque la servilleta parecía confecciónada con tela de cojín de mercadillo, que apenas permitían colocar los platos con la comida debido en parte a la profusión de copas, cuatro por cabeza más el vaso para el agua. Las copas de vino las llevó Maresme, así como los decantadores y demás parafernalia para los vinos. Servicio atento, aunque bastante lento en algunos momentos, cuando tuvimos que esperar más de lo deseado entre plato y plato.

    El menú consistió en trece platos y dos postres, todos maridados con vinos elegidos y aportados por el anfitrión, Maresme:

    1- Steak tartare maridado con Kripta BNGR 2004 - Curioso steak tartare elaborado con adición de morcilla de Burgos al solomillo de ternera, con lo que quedaba la textura del steak tartare pero con el sabor de la morcilla. Tal vez alguien opine que es estropear un buen steak tartare, y no les falta parte de razón. Pero es que a mí me encanta la morcilla. Pan algo escaso que hubo que reponer. Acompañado de una patata asada cubierta con lo que parecía papel de aluminio y que resultó que era comestible. Plato elaborado adhoc para la ocasión. El cava cumplió su función: limpiar la boca de este contundente platillo.

    2- Filipino de foie maridado con Billecart-Salmón Brut Réserve NV - Tal vez no fuese el mejor plato ni el mejor vino, pero me pareció el mejor maridaje con diferencia. El champagne potenciaba el ya maravilloso sabor del filipino (la combinación del foie con la cobertura de chocolate blanco me encandiló) y el filipino añadía un punto graso y alargaba el post-gusto al excelente champagne, que llevaba bastantes años años en la vinoteca de Maresme y nos sorprendió por su complejidad y buena evolución. La etiqueta me es totalmente desconocida. Me hubiese tomado un paquete entero de filipinos y una botella entera de champagne :-P

    3 y 4- Recaredo BNGR 2000 maridado con la mozzarella caprese esferificada y con la resaca en Cancún - La mozarella era suave, lo suficiente como que pudiese comérmela sin que me diesen arcadas, y no recuerdo la "resaca en Cancún". En conjunto, nada destacable por mi parte ni en los platos ni en el maridaje.

    5 y 6- Recaredo rosado 2003 maridado con la oliva esferificada y con la ensalada con crema mediterránea - La oliva esferificada me supo al líquido de las aceitunas de lata. La ensalada, incluso sin la crema de queso, me gustó. El vino, mejor de lo esperado, aguantando la compostura pese a su edad y acompañando con soltura a ambos platos.

    7 y 8- Taittinger Comtes de Champagne 1995 maridado con coca de l'Empordà con tomate y con crujiente de primavera - Buen pan con tomate y frágil bocado el del crujiente elaborado con quicos. Me recordó a los nachos con guacamole con un punto salado aportado por la anchoa, de sabor suave y poca sal. El excelente champagne avasalló a ambos platos.

    9 y 10- Viña Tondonia blanco reserva 1993 maridado con fondue de queso y hummus con berenjena y miel - El Viña Tondonia fue el vino que más me impresionó. Espectacular en nariz y vivo en boca. Una auténtica delicia. No probé la fondue pero mi vecino Zampallo no tuvo inconveniente en acabar con su ración y con la mía. Me sorprendió muy gratamente el hummus, fresco y sabroso, nada farragoso. Tal vez el vino fuese bien con la fondue, pero preferí no mezclarlo con el hummus.

    11- Langostinos cornflakes maridados con Fransola 2004 - El vino no me gustó, pero de langostinos me hubiese comido una gaveta, con esa salsita picante que invitaba a repetir una y otra vez.

    12- Merluza de palangre con mayonesa y hierbas maridada con Pazo de Señorans Selección de Añada 2004 - A pesar de que mi merluza estaba algo cruda, otro maridaje que me convenció. Este plato también fue confeccionado ex profeso para nosotros.

    13- Último plato antes de los postres, maridado con Clos Mogador 1997 y Dalmau 2001, a elegir de entre las cinco opciones disponibles, una de ellas -la pluma ibérica- con un suplemento de 5 euros. Elegí la espaldita de conejo con allioli de zanahoria, deliciosa aunque no acabé de entender el allioli de zanahoria. Personalmente me gustó más el maridaje con el Dalmau, complejo en nariz y pura seda en boca, aunque he de reconocer que el Clos Mogador me encantó. Junto con la añada 1995, los dos prioratos que más he disfrutado hasta la fecha.

    Joan Thomas tuvo el detalle de traer un surtido de quesos franceses, que maridaron con Deluxe Cream Capataz Andrés el resto de comensales mientras yo me mantenía a una distancia prudencial. El vino, a palo seco, me gustó bastante.

    Como colofón, tomamos una tarta en la que Maresme, además de incluir los nombres de todos los asistentes, tuvo el detalle de añadir unas velas para celebrar mi cumpleaños. La acompañamos con Moscatel Las Cruces 100 años, tan concentrado que creí que era un PX añejo, ideal para acompañar a un buen habano.

    Dado que llevamos el vino, tomamos un menú a medida y que el precio fue pactado, no valoro ni el servicio de vino -aunque siguieron las instrucciones de Maresme sobre la preparación y el servicio, y sirvieron la práctica totalidad de los vinos a cada uno de los comensales- ni la RCP, que me pareció más que correcta por lo que vi anunciado. También hay que tener en cuenta que un par de platos no están en su oferta habitual. Con todo, salí contento y no me importaría en absoluto repetir.

    El precio incluye el menú, el servicio del vino y de los postres, y el resto de bebidas que tomamos, sin cafés ni copas. Lo peor de este restaurante es que es prácticamente imposible aparcar gratis por los alrededores.

    Fuimos de menú para tantear el terreno y seguro que iremos con más tiempo y calma una noche. Era jueves al mediodia y solo es posible comer el menu del dia, con 4 entrantes (sorbete de margarita, bueno, ensalada de tomates con ventresca, muy buena, aceituna esferificada, muy buena y mejillones a la brasa con mahonesa ahumada, muy buenos) más un segundo a elegir sin suplemento (nosotros pedimos galtas de cerdo confitadas, muy buenas), postre a elegir (mini coulant, muy bueno y mini tiramissú, muy bueno) y bebida (coca cola y caña) por 15 euros. Todo muy bueno, muy bien atendidos, y una RCP excepcional ... ningún pero.

    Ampliaremos cronica con una cena.

    Recomendado por un amigo a través del Facebook, decidimos visitar por curiosidad este restaurante. Antes de ir, estuvimos viendo las numerosas críticas que de él había en internet. Casi todas eran buenísimas, lo que hizo aumentar nuestra curiosidad y expectativa.
    Este pequeño restaurante está ubicado en el paseo marítimo de Blanes (Girona), al lado de restaurantes para veraneantes y turistas, basados esencialmente en pescados y cocina internacional. Una de sus particularidades, es que en su interior, sólo hay una pequeña mesa, el resto, está en el exterior, en el mismo paseo marítimo. Está perfectamente aclimatado para todas las estaciones, es decir, en verano estás al aire libre, bajo un toldo, y en invierto está todo cerrado y calefactado. La decoración es moderna y realizada con gusto, y el ambiente e iluminación son muy acogedores. Con no más de 8 mesas, tienes en alguna de ellas la opción de sentarte en un cómodo sofá.
    Está regentado por dos jóvenes parejas, que aunque jóvenes, llevan muchos años trabajando en la restauración y tienen mucha experiencia. El maestro de ceremonias del comedor, ha sido jefe de sala en el Tickets Bar (Albert y Ferrán Adrià), de hecho hay algunas similitudes en la cocina y carta entre estos dos locales.
    El servicio es atento y rápido, y buscan, y mucho, la interacción con el comensal. Continuamente te consultan, te explican, te sugieren…. y todo sin agobiar. Al mediodía tienen un menú por 15,5 euros, con bebida y postre incluido. La carta por las noches se basa en las tapas. La mayoría con nombres muy originales y divertidos, y de precios que oscilan entre 1,5 y los 8 euros. Desde una esterificación de aceitunas, hasta una versión contemporánea de las clásicas patatas bravas, pasando por calamares a la romana, y todo presentado de forma muy original, y ejecutado a casi el nivel de alta cocina.
    Hay como unas 30 tapas donde escoger (muchas son raciones individuales). En vinos, solo hay unas 15 referencias, pocas, y limitadas a unos pocos elaboradores. Pero todas ellas de gran calidad, y a un precio, que en algunas referencias no llega a superar el 20% que en cualquier vinoteca. Lo que más se encuentra, son cavas de Agustí Torelló i Mata, incluido el Kripta, que además está a un precio más que tentador. Nosotros probamos 2 cavas distintos, que estaban riquísimos. A la hora de servirlo, las copas con muy buenas, pero fallan en la temperatura, por exceso de frio.
    Nosotros éramos 4, y pedimos unas 20 tapas, ya que algunas son individuales. Con esto y las dos botellas de cava, tuvimos más que suficiente.
    Los postres, son algo más limitados y faltos de la originalidad desbordante de los anteriores platos. Pero no dejan de estar buenos. Después tienes la opción de tomarte una copa tranquilamente sin que te estresen con prisas. Los Gin-Tónics (con más de 20 referencias distintas), los realizan sin grandes pretensiones ni florituras, pero bien hechos.
    Otra muestra más de su implicación y ganas de superación, es la mini encuesta sobre las tapas que has probado que te invitan a realizar al final.
    El precio por persona incluye el cava y Gin-Tonic
    Muy recomendable. Volveré seguro.

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