Restaurante Via Veneto en Barcelona
Restaurante Via Veneto
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
135,70 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sábado a mediodía, domingos y del 1 al 20 de agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
150 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.3
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
6.4
Aperitivo - Croquetas
Snacks
Tartar de cigalas y gambas con ensalada Waldorf y sorbete de apio
Carpaccio de lubina, con ensalada verde, y helado de aceituna gordal
Chuletitas de cabrito a la parrilla de carbón con patatas soufflées
Arroz de Pals con gambas y tallarinas de calamar de potera
Opiniones de Via Veneto
OPINIONES
20

Hace aproximadamente 40 años que fui a una comida de negocios al restaurante Via Veneto en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona, poseedor de 1 estrella Michelin desde 1975 (el estrellado mas antiguo de Barcelona y segundo de España despues de Arzak) y de 3 Soles Repsol. Tenia ganas de volver para ver su evolución y para hacerle descubrir a MC esa joya de la Belle Epoque, que es prácticamente imposible de encontrar hoy en día en otro lugar, solo deben quedar algunos otros lugares similares, como aqui en Francia podria ser Bocuse.

Josep Monje, y su hijo Pere Monje dirigen el restaurante. Via Veneto no es un restaurante de cocinero sino de restaurador. Por su cocina han pasado grandes Chefs como, Josep Bullich, Josep Muniesa, Carles Tejedor, Sergio Humada, y ahora desde junio del 2019 es David Andrés ex Jefe de cocina del Abac y propietario con su familia del Restaurante Somiatruitas, y finalista en tres ocasiones del certamen Mejor Cocinero Joven del Mundo, quien se ocupa del templo del clasicismo culinario como lo denomina la guia Michelin. Todos ellos deben tener la difícil tarea de adaptarse al espíritu de la casa haciéndola evolucionar sin transigir e imponiendo su estilo, sus técnicas y su savoir-faire.

Cuando llegué al restaurante fue como si hubiese rejuvenecido de muchísimos años, todo sigue igual, al entrar pasas delante del guardarropa, donde, eso si ha cambiado, ahora te controlan además el pasaporte sanitario, para llegar a un amplio comedor de varios niveles con diferentes zonas privadas para parejas, grupos, familias, con grandes espejos ovalados, grandes mesas rectangulares y redondas, bien separadas las unas de las otras, bien vestidas, con buenos manteles, vajilla y cubertería de calidad y buenas copas Riedel. La sala esta dirigida por el maître Javier Oliveira, el servicio de sala fue excelente, de 10 y el servicio del vino a cargo del sumiller Josep Martinez fue extraordinaria, presentación, primera cata, servicio coordinado durante toda la cena y mucha simpatía. La carta de vinos es excepcional, la bodega, que puede visitarse, yo no lo hice porque no lo sabia, está a 6 metros bajo tierra y está considerada como una de las mas importantes de Barcelona con una importantísima colección de vinos españoles y franceses con botellas únicas y algunas  con mas de 100 años de antigüedad, con un abanico de precios bastante elevados.

Nos situaron en una gran mesa rectangular bajo un gran espejo ovalado desde donde divisábamos prácticamente toda la sala, comedor donde han pasado personajes celebres como, entre otros Salvador Dali, Amanda Lear, Gabriel Garcia Marquez, el Presidente Nixon, y muchos mas ...

Bueno, tras este pequeño preámbulo paso a detallar lo que cenamos esa noche (2 comensales). Proponían un menú navideño, un menú degustación y la carta. El menú degustación tenia muy buena pinta pero nos pareció muy copioso para la cena por lo que optamos por cenar a la carta.

Como aperitivo nos sirvieron un par de croquetas y unos snacks . Muy buenos

Como entrantes tomamos :

Tartar d'escamarlans i gambes amb amanida Waldorf i sorbet d'api. Tartar de cigalas y gambas con ensalada Waldorf y sorbete de apio. Fantástico, MC lo encontró excelente.

Carpaccio de llobarro amb amanida verda i gelat d'oliva gordal. Carpaccio de lubina, con ensalada verde, y helado de aceituna gordal. Lubina curada con gin y algas marinas y filateada al momento. Muy bueno, para disfrutar.

y siguieron :

Costelletes de cabrit a la graella de carbó amb patates soufflées. Chuletitas de cabrito a la parrilla de carbón con patatas soufflées. Excelente, muy bien cocinado, pero el acompañamiento nos pareció algo escaso dado el precio del plato (42 €)

Arròs de Pals amb gambes i tallarines de calamar de potera. Arroz de Pals con gambas y tallarinas de calamar de potera. Presentado en la cazuela y preparado en mi presencia. Excelente preparación con una nota excepcional para las gambas.

Por imperativos técnicos de Verema las fotos de los siguientes platos apareceran en el 1er comentario

Los panes que acompañaron la parte salada fueron muy buenos

De postre ambos tomamos el mismo :

Crepes Suzette flambeadas (10 minutos). Muy buenas

Para beber tomamos una botella de agua mineral y una botella de vino blanco Can Credo 2014 DO Penedès. Celler Credo (Recaredo). Cepajes 100% Xarel-lo. Vendimia manual. Agricultura ecológica y biodinámica. Nota del productor : " Durante la elaboración, maceramos las pieles de la uva y aplicamos un rendimiento de prensado muy bajo, que representa la fracción más sutil del mosto. La fermentación a partir de levaduras procedentes de nuestras viñas– se realiza en barrica de roble usada, donde el vino permanece por un tiempo aproximado de dos meses." Vino muy agradable, potente y bien equilibrado. Un buen xarel-lo.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos buenos petits-fours.

La cuenta ascendió a 135,70 €. Buena RCP (precios algo elevados para comer a la carta). Muy buena cocina clásica tradicional catalana actualizada, de temporada y una excelente bodega así que un servicio de sala y sumilleria excepcionales. Pienso que es un restaurante al que al menos hay que hacerle una visita, para conocerlo. Si tenemos la ocasión volveremos, pero será al mediodia y para probar el gran menú degustación de temporada (125 € y con maridaje 165 €) que tiene muy buena RCP y parece muy interesante.

  • Aperitivo - Croquetas

    Aperitivo - Croquetas

  • Snacks

    Snacks

  • Tartar de cigalas y gambas con ensalada Waldorf y sorbete de apio

    Tartar de cigalas y gambas con ensalada Waldorf y sorbete de apio

  • Carpaccio de lubina, con ensalada verde, y helado de aceituna gordal

    Carpaccio de lubina, con ensalada verde, y helado de aceituna gordal

  • Chuletitas de cabrito a la parrilla de carbón con patatas soufflées

    Chuletitas de cabrito a la parrilla de carbón con patatas soufflées

  • Arroz de Pals con gambas y tallarinas de calamar de potera

    Arroz de Pals con gambas y tallarinas de calamar de potera

Así nos sentimos después de la cena en Via Veneto, la segunda vez que vamos. Comimos nuevos platos, como unas setas confitadas con brotes otoñales, a modo de bosque, maravillosos. José, el sumiller, que es encantador, nos acompañó a gozar de una visita a la espectacular bodega.
Como digo, excelente!

Ayer tuve la oportunidad de volver al restaurante Via Veneto, con unas amigos, y la experiencia fue muy grata: los platos en su punto y la atención esmerada.
A mi me encanta la cocina de este restaurante, ya que con un material de primera calidad realzan los gustos sin entrar en experimentaciones innecesarias. En cualquier celebración, puedes notar lo excepcional del día.
Un saludo.
Rocaberti

El pasado lunes nos reunimos en este restaurante. La experiencia fue grata, aunque como era de esperar cara. Los platos bien servidos, aunque hubo uno, el rodaballo, en que se pasaron en el punto de cocción, y estaba astilloso. Se lo comentamos al maitre y se limitó a contestar que seguramente el cocinero se había dormido. El resto de los platos muy bien peparados. Pedimos quesos, y las raciones son minúsculas, y tuvimos la mala experiencia que de las dos copas de vino que pedimos, nos sirvieron una, pues la otra fue media copa, ya que se terminó el vino de la botella. Tuve la sensación que nos servían los restos que habían sobrado de alguna mesa.No existe la perfección.

Un restaurante como los que no hay, un clásico de la vieja escuela.
El servicio de sala excelente.
La comida muy buena pero en los postres el suflé no estaban a la misma altura.
No tomamos vino por el precio.

Hace años que quería "descubrir" VIA VENETO. Por casualidad cayó en mis manos un Smartbox (excelente receta para acudir a casa Monje)y esa era la escusa perfecta para disfrutar de una buena velada.
Cuando se entra en Via veneto se respira la historia y autenticidad en mayúsculas. El trato immejorable, el local rozando lo "kitch" pero auténtico. Aunque fuéramos con un menú "reducido", el trato fué exquisito. Summelier, camareros y el Sr. Monje Jr. nos atendieron espléndidamente.
Todo el menú fué excelente pero el canelon de gallo "pota blava" con holandesa y jugo de trufas EXTRAORDINARIO!. El summelier nos recomendó un Indígena que fué perfecto para la cena. Un espectáculo ver trabajar a la sala en todo su esplendor (ya no existe).
Gracias, equipo de VIA VENETO, por mantener la esencia auténtica de la hostelería en su estado puro.

Viernes 10/04/09.

Esta fecha seguramente se me olvidara en un tiempo, pero sin duda merece ser citada ya
que al lado de mi mujer, disfrutamos de un memorable almuerzo con la presencia de dos amigos, Yvonne y Enrique (Apicius). En una Catedral culinaria como Vía Veneto.

Local elegante de corte clásico, perfecta holgura entre mesas, suficiente para sentirte cómodo

El servicio profesional llevado en volandas por Javier Oliveira (primer metre), con clase, un estilo personalizado, que distingue a Vía Veneto con un galardón, al mejor equipo de sala.

La carta es una ostentación a la calidad del producto, donde la innovación y tradición se fusionan para conseguir platos como estos.
Entrantes:
Setas Murgulas de los pirineos a la crema de trufas
Ensalada de Vieras asadas con jamón sobre crema de coliflor

Principales:
Huevos de Calaf a baja temperatura con trio de patatas y trufa negra confitada
Espardenyes salteadas con rossejat de fideos.

La posibilidad de medias raciones, permite el disfrute mas extenso de esta bendita carta, solo hago reseña de los platos que tome individualmente, pero indicar que cada uno de ellos dentro de mis registros, consiguió hacerme feliz.

Los vinos, sacados de una de las mejores cartas que han pasado por mis manos y siempre con la inestimable ayuda de José Martínez (sumiller), de inicio y después del champagne de aperitivo, tomamos un, Odysseus Garnatxa Blanca 2007, para los platos finales, Prado Enea Gran Reserva 2000 y para rematar un dulce del suroeste Francés amen de petit-four y cafés.

P.D espero haber servido de ayuda…..es solo mi personal opinión

Restaurante visitado por caras conocidas y siempre a tope a pesar de los altos precios, pero no hay otro igual en Barcelona en el trato y atención. En nuestra tercera visita, optamos por quedarnos en la sala general en vez de comer en un reservado como en las otras ocasiones, y se notó bastante en el precio (más asequible). Cuatro dias antes de la visita el Sr Monje me llamó personalmente para escoger un menú personalizado para la ocasión. Fue el siguiente: Ostras gallegas con un Champagne ´96, puré de patata con caviar de trufa negra (servido en exclusiva para nuestra mesa), Ensalada de bogavante con un Jean Leon Chardonnay, macarrones con foie y pato a la presse (platos ambos imprescindibles), con un Pago de Carraovejas ´95. El festín terminó con los postres a nuestra elección, con la clásica crepe suzette y el galardonado Lemon tea. Nos trajeron para culminar la gran cena un queso italiano hecho a base de mascarpone y trufa blanca, delicoso y muy aromático. Sublime.
El servicio fue como siempre inmejorable, con un ritmo de servicio muy bueno y todo en su punto. La única pega es como se ha comentado anteriormente, que el salón principal se llena de humo y hacia el final de la cena el ambiente está bastante cargado.
El año que viene no volveremos a fallar a la cita anual con este templo gastronómico.

Un restaurant de lujo tradicional, es un sitio que vale la pena visitar para vivir el saber hacer y el saber estar de la cocina francesa tradicional. Hemos pedido el tartar de cigalas, que estaba excelente, y las espardenyas de primeros. Luego hemos hecho el pato a la presse y estaba muy muy bueno trinchado delante de la mesa. De postres hemos hecho crêpe suzette y el lemon tea, estaban estupendos los dos. Hemos tomado un Furbus del 2006 que aompañó muy bien la comida.
Solamente lamento que permiten fumar y se carga mucho el ambiente, porque una cosa es fumar con los postres, pero desde el inicio es agobiante. El trato es exquisito, como se ve en pocos sitios y la comida está muy bien ejecutada con materia prima de altisima calidad, muy recomendable, volveremos seguro.

Para mi el Via, como es conocido en el Argot Barcelonés, es La Catedral de la restauracion. Es el Harvard de los restaurantes de España y uno de los Top 10 de Europa.
Clásico, decoración muy cuestionada por el público femenino y solemne.
He tenido la suerte de ir 3 veces en los últimos 2 años. La tónica general es constancia en un altísimo nivel.
El servicio es de escuela francesa y un nivel excelente, el mejor que he tenido la suerte de ver. Aqui el Maitre y los camareros trabajan en la mesa con una habilidad pasmosa.
La cocina de corte clásico ejecuta todo con maestría. Para mi la parte fuerte de la carta son los entrantes, ahí es donde está la fiesta. La caza y el archi-famoso pato "a la presse" son los mejores segundos.
No soy dulzero pero los postres también son muy aclamados. El Lemon Tea ha sido su ultima creación con lo que se han llevado un premio recientemente.
Jose Martinez el Sommelier es un profesional altamente preparado y el Maitre, ex-arzak es un maestro en el trato al cliente.
La bodega da miedo, por los precios claro. Es grande pero no enorme con muchos grand cru's y añadas de coleccionista a precios Formula 1.
Mis platos preferidos: Tartar de Cigalas, Rossetjat de Fideos con Espardenyas ( que son enormes y deliciosas ), el bogavante en cocotte, la liebre a la royale y el pato a la presse.
Todo está buenísimo, el trato es formal, educado y profesional como su jefe Pere Monje.
Lo Malo, muy malo: El Precio. Ademas, no es un restaurante en el que te puedas "cortar", te invita a ello.

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