Restaurante Hofmann en Barcelona
Restaurante Hofmann
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
70,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sábados, domingos, Semana Santa y agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
93 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
8.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
6.3
Opiniones de Hofmann
OPINIONES
28

Sin duda alguna acerté la primera de las dos noches que he pasado en Barcelona elegiendo este restaurante. Lo conocía en su antigua ubicación de la Calle Argenterie ya hace unos añitos, así que tenía ganas de conocer su nuevo enclave. Cambio, sin duda, a mejor. Sensación de amplitud y correctísima separación entre ellas. Ambiente de cierto lujo moderno (sin excesos), con una iluminación perfecta para mi gusto.
Servicio de lo mejor que he conocido en los últimos años. Todos, absolutamente todos, atentos y super profesionales. Mey Hofmann al tanto de la sala e interesándose mesa por mesa, sin prisas.

Carta de la que a uno le gustaría probar de todo. Te permiten pedir medias raciones sin cargo adicional alguno.

Cena para 1 pax:

Unos detallitos de la casa:
Taquito de queso feta con salsa de naranja y aceite
Quiche de soja y gengibre
Gazpacho de sandía

Entrante de la casa:
Tagliatelle de sepia con crema de judías del ganxet

1/2 Revoltillo de bacalao con ajos tiernos y tempura de cebolla: Un revuelto de bacalao de textura muy cremosa con unas lascas de bacalao y adornado con su piel crujiente. Muy bien presentado pero desgraciadamente lo encontré muy, muy salado.
1/2 Múrgulas salteadas y guisadas con foie poelé: Magnífica combinación. Equilibrado contraste entre las setas y el foie con una salsa riquísima.

Pichón crujiente en dos texturas con chutney de cebolla especiada: Impresionante el punto conseguido. Lo justo para no perder un ápice de su jugosa carne. Para recordar toda la vida. Lo acompañaban perfectamente, además, unas cebollitas caramelizadas. Lo acompañé con una copa de Viña Alberdi que me trajo el atentísimo maitre (no la cobraron).

Crujiente templado de vainilla con coulis de frambuesa y grosellas (invitación de la casa): De saltarse las lágrimas. Mágnífica presentación y mejor la explosión de sabor en boca.

Bola sorpresa de chocolate y praliné con helado de cognac XO y salsa de chocolate caliente: Otra brillante escenificación. No podía defraudar y me gustó.

En la sobremesa, otros dulces más sencillitos como una empiñonada o una trufa, entre otros.

Merece la pena destacar la variedad de panes a cual mejor que te sirven en una cestita.

Servicio del vino: Tienen sumiller, pero quizás les pillé en un momento de cambio, ya que la carta me resultó un tanto corta para la categoría del restaurante. Ejemplo solo 4 vinos gallegos entre Rías Baixas y Valdeorras o un par de Ruedas. En tintos, una sola elección posible para todas las DOs españolas excepto Priorat, La Rioja o Ribera del Duero. Mejor en cavas y champagnes (unos 30). Los precios rozando el x2. No pedí vino en cualquier caso (aunque eché en falta la presencia de vinos por copas en la carta), pero por la cristalería Riedle y el servicio que observé en otra mesas lo puntúo como bueno.

Precio total: 76€ (inc. IVA y una botella de agua de 1/2l a 3€)

Nota: No cobran pan y servicio.

Bueno difícil tesitura tener que intentar definir uno de los incunables de Bcn.

Local con una decoración moderna y actual, separación de mesas amplia, que permite la conversación manteniendo un tono alto sin molestar, la vajilla y cristalería ofrecen una impronta moderna y de calidad.

Carta…solo quiero decir un apunte sobre ella, para mi es como el libro ese que te gusta tanto que te detienes deleitándote en cada palabra, pero que estas deseoso de pasar la hoja, para ver el desarrollo posterior, esta era la expectativa esperando platos como….
Escamarlans embolicats am laminas.
Llamantol en cocota
Canelo de vedella, crema trufada…
En fin os recomiendo uno de los mejores postres, la Piña colada.
Éramos cinco y no hay necesidad de apuntarlo todo aunque solo hacer dos pinceladas es muy difícil.

La cocina esta basada: "Crear y recrear platos en los que se mantenga toda la esencia, sabor y aroma de las materias primas; recuperar alimentos, aparentemente humildes, arrinconados por las modas, para devolverles el lugar que nunca debieran haber perdido, es parte fundamental de nuestra actividad". (Mei Hofmann)

Una buena carta de vinos llevada con maestría. La elección de copas fue acertada, salvo las de Vidal Icewine del postre, de inicio y va siendo costumbre Billecart.Salmon Rose, y un Rioja Alta 890 del 94 en copa borgoña buena elección y al postre el Vidal Canadiense ya comentado.

P.D espero haber servido de ayuda, ante una de mis mejores experiencias y espero que este aglutinamiento de letras que acabo de hacer haya quedado convincente.

Primera visita al nuevo local, tras su traslado hace año y pico. En primer lugar, el local es cómodo, acceso fácil, moderno, aunque faltan por pulir algunos detalles. Del local nuevo encuentro a faltar el encanto que tenía el antiguo (la decoración allí era excepcional), pero el nuevo es muy agradable.
La comida mantiene la misma línea, buenísima, con productos de primera calidad, y no necesariamente demasiado modificados.La atención de sala es impecable, tanto en el servicio como en el trato...amable y cercano. Un 10 para el responsable de ese departamento.
La cocina está sobresaturada de personal, con alumnos, etc. Me pareció rara la cortinita que han puesto para no visualizar la cocina (cuando sí tiene una ventana).
Los postres, como siempre, un 10. La bodega, muy correcta y a precios razonables.
En líneas generales todo muy bien, solo un pero: el ruido. Se oye mucho el trajín de cocina. Deberían haber insonorizado mejor el local o bien, controlar más los ruidos de esa zona.

Situado en lugar céntrico de Barcelona. Una estrella michelin.
Extraordinaria cocina de vanguardia con ingredientes de primerísima línea.
Excelentes los platos en cuanto a presentación. Texturas y gustos sorprendentes.
Carta de vinos riquísima. Referencias fuera de lo común...Pingus, L'Ermita, Lafite Roschild, Vega Sicilia, Alion y con inclusión de formatos magnum que no pasa de puntillas. Servicio fuera de lo común...si cambias de tinto a tinto, cambio de copas sin solicitarlo.
Postres de fuera de lo común. Se nota la escuela de pastelería.

Es la primera visita al nuevo emplazamiento , en la calle la Granada . Muy buena disposicion de las mesas , perfecta iluminacion .La comida ,como siempre extraodinaria .Servicio muy bueno , algo poco habitual en nuestros restaurantes . Los postres , maravilloso colofon a la cena . Servicio de vino correcto .Tomamos Abadia Retuerta ,Seleccion especial ,correcto como siempre . En resumen , de las mejores opciones disponibles hoy en dia en Barcelona .

He ido varias veces a comer en este reputado restaurante, escuela de hostelería. Es un restaurante situado cerca de Sta. Maria del Mar. Muy bien decorado, con muchos rincones acogedores. El servicio y el maitre son muy buenos. Y sobre todo la cocina es excepcional, pedid los aperitivos que hacen de sardinas, parece mentira, es excepcional. Y los postres deliciosos. Buen servicio de vino. La cuenta es alta pero merece la pena. En otras ocasiones me han parecido restaurantes con mala RCP, en esta ocasión merece la pena.

Genial! Por ser coherente con mis valoraciones de otros restaurantes debo puntuar triple 5. Reservé la mesa un domingo a través de la web y el lunes a las 10 de la mañana ya me habían llamado para confirmar. Increíbles aperitivos: buñuelos de bacalao con tomate, palitos crujientes de parmesano, chips de plátano, sopa de cítricos con manzana y canelón de ternera trufado. Para mí, un diez. Aunque pueda parecer tradicional se prima el producto de gran calidad muy bien tratado. Destaco también el rape comentado por guillore.
En el apartado de “peros”: No hay medias botellas y solo ofrecen 2 vinos a copas (Ermita espiells y Viña Alberdi). No entendí muy bien cómo se estructuraba la carta de vinos y la encontré un poco desequilibrada (aproximadamente: Ardanza 35, Alion 80 largos, Aalto más de 60, San Vicente 54, Torre Muga casi 100, Argata 42, Cabrida 60 y pico...) El servicio fue muy rápido con cambio de plato instantáneo; pareció que tuvieran prisa!. No vi en la carta que hubiera ni menú, ni menú degustación ni nos lo ofrecieron.
Aún así, hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto comiendo. 2 personas 249eur con vino de 60.

Es un lugar elegante, moderno y bien decorado, pero nada que ver con el encanto del antiguo local. Ahora tienes la sensación de entrar en un restaurante más y antes tenías la sensación de entrar en un restaurante único. Yo lo hubiera hecho al revés porque este sitio podría haberse acondicionado como escuela de hostelería. De todas formas, como me gusta la cocina, no pienso dejar de ir a la calle Argentería siempre que tenga ocasión de hacer algún curso y disfrutar de nuevo del buen hacer del equipo.
De los platos probados destaco la suavidad y el estupendo sabor de la mousse de jenjibre de una tapa de atún que nos sirvieron para picar. El risotto de foie y bolets tenía una unión de sabores increíble, el foie se deshacía en la boca y el arroz bomba estaba justo al dente, tal vez un poco fuerte de sal pero fue de mi agrado.
Y muy difícil conseguir un segundo tan perfecto como el rape con pipirrana de pimientos y mostaza a la antigua, era delicioso y estaba en el punto adecuado de cocción.
Y en cuanto a los postres, el nivel insuperable de sabores, colores y presentación hacen que, como siempre, ese momento sea el mejor de la comida. La espuma de queso buenísima, el granizado de arándanos exquisito y el clásico helado de Pedro Ximénez irresistible.
Eché de menos los petit fours de frutas, más ligeros apetecibles y vistosos que las delicatessen de chocolates con que nos obsequiaron esta vez al final de la comida.
Sin duda uno de mis restaurantes favoritos.

He estado recientemente en el expectacular hoffman y gran restaurante tanto por su decoracion como por la calidad de sus creaciones, ademas esta en un entorno majico y boemio que hacen todo ello una gran velada, como en la vez anterior me ha encantado todo y estaba a lam altura de este emblemtico restaurante que tantas guias y recomendaciones tiene excelente para hacer una visita al menos una vez al año vale la pena

Primera visita al nuevo restaurante después de ser alumno de la escuela. La primera impresión es que al local le falta luz... pero después de pasar un rato sentado te das cuenta de que es perfecta la iluminación. Tomamos el menú del día (35€p/p), al que comenzaron por ponernos un sinfín de aperitivos y unos panes que eran realmente impresionantes. A destacar del menú: una carrillera de cerdo bourginoigne,tiernisima, acompañada de un puré de patata ligero. Cocina tradicional, con muchos toques franceses. Lo mejor llegó con el postre, muy sorprendentes las decoraciones con Isomalt. Salimos a casi 50€p/p pero valió la pena la experiéncia. Para volver!

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