Fuimos con mucha ilusión y nos decepcionó. Comida buena pero muy pesada y de estilo demasiado tradicional por tener una estrella Michelin. El postre, un coulant de chocolate con helado de avellanas, demasiado seco por fuera y líquido dentro. Servicio muy correcto y local con encanto (provisionalmente se encontraba al lado de Sagardi). Lo mejor fue el vino: Viña al lado de la casa, un de nuestros favoritos. Pagamos 165 Euros por 2 personas.

Ya no quedan mas elogios............. espectacular!!!!!!!!
Uno no se puede morir sin a este restaurante.........
75€/persona, pero sales atracado de comer, no hay menu degustación, pero como si lo hubiera, pues no dejan de traer pijadillas para que las pruebes, desde el primero hasta el postre.........

Sin duda uno de los buenos de barcelona.precios asequibles,nuestra factura no supero los 72 € por persona.aperitivos correctisimos,la comida estupenda,carne (cordero)),confitado,los pescados (merluza),en su punto.magnifico trato en un marco elegante.algunos michelines deberian tomar nota de este restaurante por su justiprecio y sus ganas siempre de agradar al comensal.todo lo comido con champagne bollinger y se me olvidaba estupendos postres y sobervio el trato que se le da al cafe.felicidades.

Yo estuve hace un mes aproximandamente. En general me gustó. Mas los segundos que los entrantes, éramos 5 y los platos que mas me gustaron fueron, un pichón sangrante (el mejor pichon de Bres que he comido en mi vida), el turbot como en el comentario anterior y el postre que todo el mundo recomienda, no recuerdo bien el nombre, era pasta filo caliente y crujiente rellena de vainilla líquida... de matrícula! Me dejaron fríos los canelones (yo venía de probar los de Carles Gaig) y la coca de sardinas que me habían recomendado, con las sardinas super pasadas para mi gusto.
El servicio de escuela, correcto y medido. Bien también el precio, hay en Barcelona restaurantes mucho mas caros con mucho menos nivel.
Recomendable sin duda... Un referente siempre a tener en cuenta.

Como siempre por estas fechas un año más, un restaurante más y un kilo de más.
Este año he ido a celebrar mi "CUMPLE" al Hofmann.
Sólo tengo palabras de elogio para este restaurante. No hay menú degustación, pero pudimos repartirnos cuatro platos (2 entrantes, 1 pescado y 1 carne). Nos sacaron como entrante de la casa un combinadito de blody mary, canutillo de sobrasada, pan de ajo y mini croquetas aceptables. Para empezar Canalón de carne nada seco y con un suave gusto de foie. Después ensalada de cigala buenísima. Continuamos con turbot alucinante y después el carré de cordero que parecía mantequilla de tierno. Para postres nos recomendaron unos pastelitos rellenos de crema tibios y salsa de frutos rojos alucinantes que llevaban sorpresa ya que tanto el vaso del chupito como la decoración eran de azúcar y se comían.
Para beber un Billecart salmón rosé que me vuelve loca loca loca.
Servicio atentísimo y con ganas de agradar.
El único fallo, nuestro por reservar tarde, es que nos pusieron en la sala pequeña con mesitas pequeñas y sin nadie más (dos mesas les habían dado plantón ???).
Cristalería correctísima y temperatura del champagne ideal.
Surtido de panes buenísimo (panecillos preñados, brioche tomate, pan con queso, pan con setas, integra, etc......).
Volveremos seguro pero con reserva anticipada.
Precio 225 € / 2 personas. No es barato, desde luego, pero lo pagué muy a gusto.

He estado 3 veces en el Hoffmann,y de los restaurantes con estrella para mi es sin duda el mejor,porque disfrutas de una comida excelente a un precio de este mundo.El restaurante es bonito con mesas en escondidos rincones y un pequeño y elegante comedor,la entrada esta decorada con fotos de inumerables famosos que han visitado el local,incluido la casa real.El servicio es muy atento como uno espera de una escuela de hosteleria,la comida es de calidad y gran elaboración ,los postres merecen mención a parte se piden al principio y són pecata minuta.La carta de vinos buena y extensa,con copas excelentes y buen servicio.El precio en torno a 70 Eur por persona es mas que razonable para un restaurante de esta categoría.

De los 1 estrella Michelín de Barcelona, sin duda el mejor. Está a años luz del Alkimia. La zona es perfecta, la decoración tambíen, cuenta con reservados y mesas bien separadas unas de otras (algo difil de encontrar en Barcelona). Pese a que no ofrece menú degustación (que es lo que se suele buscar en un lugar como esta), la carta no decepciona en absoluto. El postre (expectacular) ha de pedirse con el resto de platos debido al plazo de elaboración (comentan que una hora! y bien que puede ser verdad). El servicio fue tambien excepcional y la carta de vinos más que acorde con el buen hacer de este restaurante. Me encantaría volver......aunque seguro que pasa tiempo,y es que cuesta lo que cuesta.....Gracias JG

He ido tres o cuatro veces a cenar en este reputado restaurante, cita de artistas y famosos, que cuenta merecidamente con la estrella michelín. Es un restaurante - escuela de cocina, excelentemente situado, cerca de la fenomenal Sta. Maria del Mar (salvo que el acceso es con muchas escaleras).

El local está muy bien decorado, con muchos rincones escondidos y con ambientes muy acogedores. La luminosidad es perfecta y el ambiente íntimo y acogedor se consigue. El servicio de sala es impecable...excepcional el maître.

La cocina es excepcional, pero lo mejor, aunque la comida es deliciosa, son los POSTRES. Los mejores que he probado en toda mi vida.

El trato al vino es muy bueno y aunque la cuenta es elevada, merece mucho la pena.

Lo puntuo con un 9,5...roza la perfección.