Ayer comimos en este sitio influenciados por su sugerente carta y tambien las buenas criticas que le rodean.Es un restaurante agradable,elegante y bastante calido muy lejos de las decoraciones luminosas y fiesteras cuando de cocina andaluza se trata.Lo primero que te llama la atencion es su particular carta de manzanillas cosa que se agradece y mucho en una capital de un pais que precisamente no es famosa por su oferta en este tipo de vinos y mucho menos de una carta entera.Para el aperitivo empece con un Oloroso Villapanés elegante y poderoso.Luego para todo lo demas nos acompaño una manzanilla pasada Barbiana fresca,punzante y con notas de cierta complejidad.
Pedimos 3 primeros.
Tortillas de camarones.Ricas y con buena carga del pequeño crustáceo.
Croquetas de Pringá.Mas que cremosas,casi liquidas que se fundían perfectamente en la boca con muy rico sabor de puchero.
Costa y sierra de boletus,trufa y calamaritos.Los calamares se hacían notar entre tanta nota de bosque con una salsa riquísima.
Luego de segundos.
Lomo de retinta muy bien cocinado,tierno y con un sabor profundo.
Urta guisada.Un guiso bien resuelto con bastante toque a cocina casera.
Los postres fueron.
Tarta de queso de cabra Payoya.Quizás algo mas de sabor a cabra le hubiera venido mejor y mas sabiendo la calidad de esta.
Piononos de Granada emborrachados en moscatel francamente buenos.
Un detalle muy de agradecer la invitación a las tortillas de camarón y ademas si reservas por su web tienes un 15% de descuento.
Servicio muy rápido y atento.También hay que tener en cuenta que estaba la mitad de las mesas vacías así que les daba mas tiempo las atenciones.
En conclusión,un sitio necesario en la capital,tanto por su cocina y especialmente por su gran selección de manzanillas.

Cuatro comensales. Comimos en el salón más cercano a la barra de los dos existentes, con una sepación de mesas en el límite, pero aceptable. Cinco entrantes: carpaccio de gambones, crocanti de ajillo y aceite de cayena (suave, sabroso, exquisito), tortillitas de camarones Plaza del Cabildo (en su punto de fritura, nada grasientas, excelentes), croquetas cremosas de pringá de puchero andaluz (cremosas, cremosas, contundente sabor el de la pringá), crujientes de cazón en adobo suave de ajilimón (mantecosos, finos, elegantes) y costa y sierra de calamares, boletus y trufa (el mejor, extrordinarios boletus, sabor, sabor). Platos principales: urta guisada a la roteña (el mío, pescado de roca de muy buena calidad guisado con tomate y pimiento, insuperable), lasaña de ventresca de corvina con cremoso de manzanilla (dos) y lomitos de corvina salvaje en escabeche ligero de pimentón. Postres: tarta de queso de cabra payoya (el mío, espectacular), bizcochos borrachos con cítricos (dos) y mangos malagueños de la Costa Tropical preparados. Dos manzanillas, dos maravillas: Olorosa Pedro Romero (28 euros) y La Bota de Navazos 42 (28 euros también). Con los postres copas de un indescriptible PX Tradición VORS (9 euros por copa). Pan crujiente (no dejaban que se acabara). Invitación a cafés. Cristalería, cubertería, mantelería y vajilla buenas. El servicio, muy bueno, atento, eficiente y siempre pendiente de rellenar las copas. El precio incluye un 15% de descuento por haber reservado la mesa a través de su página web.

Plácida y agradable comida el pasado sábado 3/08/2013 en Surtopia

José Calleja es un cocinero al que siempre le hemos tenido especial cariño, por muchas cosas, por compartir junto a el nuestro Sur, por su cocina SanLuqueña reinventada, por lo campechano y buena gente que es y sobre todo por esas tortillitas de camarones! Joder qué tortillitas!...

Hacia un tiempecito que no lo visitábamos y lo primero que nos llamó la atención fue que llenó el local un sábado de agosto a medio día con nadie en Madrid ¿? Coño! (pensamos)… Pero nada mas llegar el primer entrante los misterios se despejan: un mix de frituras con el cazón frito en adobo moruno, choco con mahonesa de lima-limon y croquetas de corvina en esta ocasión que nos transportó realmente a cualquier garito de costa andaluz de Málaga o Cádiz donde freir no es solo “mojar cosas en aceite” sino todo un arte!, Ole!... “la gente viene aquí porque parece la playa“ me decía Liv, jeje

Después llegó el turno de las tortillas de camarones, las mejores de todo Madrid y nos atreveríamos a decir de las mejores de España (con permiso de Casa Balbino, claro!). Para entonces ya teníamos claro porqué José Calleja está capeando la crisis de esta forma (las tortillitas tienen un precio ridículo para su calidad y lo buenas que están)

Continuamos con el arroz con velo de langostino (en las fotos ½, repartido desde cocina), un arroz marinero con las patas del chopito y con trozos de langostino, potentísimo de sabor y muy bien ejecutado

Después los chipirones braseados con guiso de veranillo en su tinta (en las fotos ½, repartido desde cocina)… y cuando hemos comido chipirón con José Calleja siempre hemos disfrutado!, genial, con un asadillo de pimiento con la tinta del calamar que acompañaba realmente bien

Y el lomo de atún del estrecho con pesto de pipas, pintoresco el pesto de pipas, aunque el lomo aquí es lo importante, marcado por fuera y prácticamente crudo por dentro, con sabor, supongo que será de alguna almadraba de su tierra aunque al final no pudimos preguntarle exactamente

Pedimos de todo y al final salimos por unos 40 largos barba (sorry no podemos especificar ni el total ni lo que costó cada cosa, perdí la cuenta!), con bebidas (Refrescos Olivia y Alambra 1925 yo) y su postre “leche cacao avellanas y azucar” para compartir…

Al final de la comida comentaba con Olivia… "joder ¿Cómo está hasta la bola y no hay ni perry por las calles?" Pero la respuesta esta clara: se pueden pedir medias raciones, probar una cocina meramente Sanluqueña, solo por las tortillitas ya vale la visita, y además ningún plato pasa de 19€… al final, el negocio no tiene tanto misterio!: Un gran equilibrio…

Podéis ver fotos de todo esto aquí (Flickr en construcción): http://www.flickr.com/photos/99877572@N07/sets/72157634961973594/with/9454017068/

See you

Surtopia es un restaurante situado en el céntrico barrio de Salamanca de Madrid. Su carta ofrece una cocina andaluza actualizada basada en productos de temporada traídos del sur de la península, especialmente de Cádiz. Local con moderna decoración distribuido entre dos salones. Nos tocó en el que hay junto a la barra, con una media docena de mesas quizás algo juntas, pero que finalmente resultó agradable al no llenarse por completo y no haber nadie en la barra (ya es raro para ser domingo).

Servicio en sala llevada por un maitre y dos camareras, todos jóvenes y con ganas de agradar. Nos tomó nota un cordial José Calleja que también salió a preguntar al final de la comida interesándose por nuestra experiencia en su casa.

Servicio del pan que consiste en rebanadas de un único pan sin mucha historia.

Como detalle de la casa, una rodajita de morcilla de Sevilla y un platito de arroz con chicharrones.

Comida para tres personas:

Para compartir:

- Salmorejo de Pimientos Asados con Morrillo de Atún: Un salmorejo muy cremoso y ligero, hecho con tomates pero con el aporte de pimientos rojos. Nos pareció que el pimiento resta potencia al tomate curiosamente en vez de intensificarlo. En cualquier caso, nos resultó refrescante y agradable de comer, sobre todo ahora en verano. El morrillo, pues un detalle que apenas aporta nada al plato.

- Lomitos de Sardinas Marinados en Vinagre con Pipirrana: Una decena de lomos de sardinas muy limpios y prietos preparados como si fueran boquerones. Se convirtieron, casi sin quererlo, en el plato revelación de la comida. Muy bien secundados por la clásica pipirrana gaditana. Excelente y nuevamente refrescante plato.

- Carne Mechá con Alioli de Ajo Negro y Hojas Tiernas: La típica carne mechada de retinta presentada como un carpaccio y aderezada ligeramente con el suave alioli. Siempre hemos probado esta carne con el corte más grueso, pero sinceramente aquí nos gustó mucho su delicadeza sin perder ni un ápice de su sabor, respetado por el alioli. Incluso la rúcula hacía un buen papel en el plato aportando frescura. De nuevo muy bien.

- Tortillitas de Camarones “Plaza del Cabildo”: Aquí tengo que decir que si bien llegaron bien fritas (crujientes y sin apenas grasa) y bien pobladas de camarones, nos pareció que llegaron muy desiguales en tamaño e inclusa rotas. No llegamos a decir nada porque realmente estaban ricas, pero algo debió de pasar con ellas en la cocina porque al dejarnos la cuenta nos dijeron que nos invitaban a las tortillitas.

Platos fuertes:

- Arroz Bajo de Guía con Velo de Flor de Langostinos: Buen plato de arroz con trocitos de corvina y gambas, meloso y en su punto. Lo cubría una capita elaborada con un carpaccio de langostinos. Creo que en este plato, José Calleja no busca la contundencia que muchos podrían esperar, sino algo más elegante y delicado. Buen resultado de verdad si efectivamente era eso lo que buscaba. Nos gustó.

- Hamburguesa “Completa” de Presa de Paleta Ibérica: Presentaron una señora hamburguesa, sobre una cama de patatas rotas y coronado por un huevo de campo y patatas paja. Si señor, sencillo pero de premio.

- Tartar de Atún con Ajoblanco de Almendras y Melón: Buen tartar de atún del sur muy bien conjuntado con el ajoblanco. Creo que hacen un buen maridaje. Me apetecía algo ligero y refrescante y este plato me satisfizo.

Postres:

- Tarta Fina De Manzana Homenaje “El Olivo”: Una tartitas muy finas de hojaldre y manzana con una bola de helado de almendras y canela. Bien pero no llegaron a entusiasmar. Para mi gusto, se les pasaron un poco en el horno (el borde de alguna de ellas estaba incluso quemado).

En cuanto al servicio del vino, nos ofrecieron la carta convencional de vinos que no llegué a abrir y la excelente carta de manzanilla y generosos. Nunca había visto nada igual, especialmente en manzanillas. Pedimos La Bota de Manzanilla del Equipo Navazos Nº42 (28€ inc. IVA)que lógicamente mantuvo el tipo a lo largo de la comida. Servido muy bien de temperatura y en copas Schott. No están muy atentos a rellenar las copas.

Precio total: 158.70€ (inc. IVA, pan y servicio a 2€, dos botellas de agua de ½ litro a 1.90€, una caña, un refresco y el vino).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y servicio incluidos y sin bebidas.

Restaurante situado en la zona norte del distrito Salamanca, con un local pequeño pero acogedor, de diseño moderno y funcional, con una barra de tapeo y un comedor de unas 8 mesas. La barra está separada del comedor con una simple cortina. Mesas bien puestas y vestidas y espacio suficiente como para estar a gusto. Sábado a mediodía, restaurante completo y barra casi vacía, poco ruido, se estaba bien.

En la cocina, José Calleja nos propone un recetario gaditano combinando platos tradicionales con tintes modernistas, una cocina que si bien no es el paradigma del sabor, sí que resulta en general satisfactoria por el equilibrio y los puntos siempre bien conseguidos. Pedimos 5 platos de la carta para compartir, comenzando con la ensaladilla sanluqueña con gambas escabechadas (14€), quizá el plato que menos nos convenció por resultar excesivamente liviano, es una ensaladilla de patata con pimentón demasiado ligera, cuyo principal sabor venía de las ricas gambas escabechadas. Continuamos con el arroz bajo de guía con velo de flor de langostinos (14€), un arrocito bien ligado y de textura cremosa coronado con un capaccio de langostinos que otorgaba su peculiar toque y estilo. Rico. Después llegaron las tortillitas de camarones “Plaza del Cabildo” (12€, ración de 6), realmente espectaculares, con mucho camarón, bien fritas, con su puntilla, crujientes, sin duda las mejores que hemos probado en Madrid. No son las de Casa Balbino, pero se acercan. Completamos con dos pescados, un tartar de atún rojo con ajoblanco de almendras y melón (18€), bien ejecutado y de punto, fresco y con ese delicioso contrapunto del ajoblanco y el tataki de tiburón en adobo con cherrys aliñados (18€), nunca habíamos probado el marrajo y lo cierto que es un pescado contundente de sabor y de carne prieta, rico para esta preparación en tataki. De postre pedimos la tarta fina de manzana (8€), que hay que encargar con antelación y que estaba deliciosa, con una base de hojaldre hecho al momento y mucha cremosidad. En general, una cocina que revela el origen sanluqueño de José y que resulta satisfactoria, de estilo más fresco y ligero que meramente sápido. Muy bien.

Pero lo que hace de este local algo único en Madrid y con toda probabilidad algo único en España es su espectacular carta de manzanillas, ni más ni menos que ¡35 referencias!, todas ellas disponibles en copas o en botella, con vinos tan complicados de encontrar como Aurora pasada en Rama, Toneles Gordos, Gabriela Oro, La Goya XL, La Andana, La Montería, Bajo Guía, Señorita Irene, etc, etc. Se completa la lista con otras 20 referencias de vinos tradicionales andaluces por copa o botella, haciendo de la selección la mejor de Madrid en este tipo de vinos junto con las de Jota Cinco y El Padre. Hay también una carta de vinos no generosos, pequeña pero completa y bien escogida, con algunos tintos y blancos andaluces de nivel y del resto de España. Precios por botellas correctos, las copas están algo más caras. Pedimos dos copas de la Manzanilla Argüeso Etiqueta Negra (3,1€ cada una), rica, fresca y directa y después una botella de la excepcional Manzanilla Olorosa Pedro Romero (28€), solo embotellada por encargo y con la botella serigrafiada, una joya de mínima producción y calidad excepcional, un vino de una elegancia y profundidad arrolladoras, una manzanilla realmente espectacular. Vinos servidos en buenas copas. Servicio atento y amable, sin grandes alardes pero haciendo bien su trabajo, el único “pero” fue que nos trajeron las tortillitas antes de terminar el arroz, ahí estuvieron un tanto rápidos de más, pero tampoco tuvo mayor importancia.

En cuanto al precio, la cuenta ascendió a 86 euros incluyendo un 30% de descuento el reservar a través de un club gastronómico, los precios que figuran en el comentario son los oficiales del local. Con el descuento lo cierto es que nos pareció un precio muy ajustado teniendo en cuenta lo que comimos y bebimos y dónde nos encontramos. Terminamos solos en el local hablando un buen rato con José de la cocina y sobre todo de manzanillas, vinos de los que es un gran conocedor y eso es algo que se percibe nada más entrar en el local. Sin duda volveremos, aunque probablemente más a barra, la combinación de esas soberbias manzanillas con esas tortillitas de camarones nos hacen trasladarnos a la mismísima Plaza del Cabildo, aunque luego al salir a la calle vuelvas a la realidad de Madrid…asfalto, humo y coches. Pero con una alegría en el cuerpo que “pa qué”. Un auténtico paraíso manzanillero en pleno Madrid.

Se tenía ganas de visitar Surtopía, y acceder más allá de la barra; probando los platos de José Calleja. En horario de viernes noche, el local presenta un lleno, lo que provoca que casi no haya espacio entre alguna de las mesas y la barra. Emplazamiento muy cercano a la puerta de salida que me pareció algo incomodo por el continuo ir y venir de clientes. Además esta noche dado que el número de mesas ocupadas es elevado, han corrido las cortinas que separan el comedor y la barra; provocando que el novel de ruido sea algo molesto.

Comenzamos con unas típicas tortillitas de camarones, cinco unidades, generosas en camarones, algunas de ellas demasiado frita desde nuestro punto de vista. Estaban buenas, pero esta vez no me parecieron tan especiales.

Seguimos con el carpaccio de gambas con ajillo crujiente y hojas tiernas. Correctamente ejecutado, se presenta templado, y el sabor es totalmente reconocible a gamba fresca. La única cuestión que me surge es si supera a unas gambas al ajillo. En potencia sápida la respuesta sería negativa, pero en delicadeza, estética puede ser afirmativa. Personalmente desplacé la rucula a un lado para conseguir un sabor más nítido.

Y acabamos los entrantes con un salmorejo de pimientos asados con migas de bacalao. El plato menos agraciado de la cena. Flojo de sabor, algo anodino, sin fuerza y se podría pensar que fuera más sabroso debido a que el ingrediente principal eran pimientos.

Como plato principal una urta guisada a la roteña de mejillones. Otra pequeña decepción. En este guiso, donde la urta debería “bailar” con los mejillones y la salsa, nosotros creemos que cada uno de ellos bailaba solo, como si no se conociesen de haber estado juntos mientras se cocinaban. Nos pareció que los ingredientes estaban poco integrados entre sí.

Por otra parte probé otros dos platos principales, el tataki de tiburón del Guadalquivir en su propio alioli, y las albóndigas de cazón en amarillo con almejas. El primero me pareció original, acertadamente macerado y con el toque perfecto de plancha. El tiburón del Guadalquivir resultó ser un marrajo, con una textura parecida a lo que sería emperador, ó pez espada. Las albóndigas de cazón resultaban sabrosas, potentes, con gran sabor a mar.
Cena acompañada de un Bolo Godello (Valdeorras) que se sirvió perfecto de temperatura y junto con cubitera. Aunque se olvidaron preguntar si tomaríamos otra una vez finalizada la 1ª.

En lo relativo a los postres, tarta fina de manzana con crema helada tostada y unos quesos de oveja y cabra payoya de la sierra de Cádiz. La primera resulta ser una de las especialidades, y cumple correctamente ese cometido. Buen postre para finalizar con puntos dulces. Los quesos, buena selección y sobre todo temperatura adecuada.

Al final de la cena, se ha acercado José Calleja a la mesa, y le hemos dado nuestra opinión sobre los diferentes platos. Durante todo el pase, José ha estado bastante tiempo en la sala, entendemos que revisando los platos y escuchando a los clientes.
Nos ha parecido una cena correcta en general, pero con algún plato que desde nuestra humildad puede ser revisado; y sin ninguno que nos haya llamado la atención.

La sala mejorable en la disposición de las mesas, la nuestra resultó bastante ruidosa. Como aspectos positivos, el tratamiento del tiburón en su tataki, el carpaccio de gambas, y el interés del cocinero por la opinión de las diferentes mesas.

Si se quiere ver una crónica con fotos, visitar http://www.complicidadgastronomica.es/2012/09/surtopia-blancos-y-negros/

El precio indicado incluye un 30% de descuento en factura, siendo de esta forma la relación calidad precio buena.

EL precio es con un 30% de descuento en factura gracias a un club gastronómico.

El local comparte una barra y, tras una ligera separación de espacios ,comedor con unas cartas distintas. No tuvimos problemas en combinar platos de las 2 cartas:Excepcionales tortillas de camarones(9 eur),EMHO las mejores de Madrid y sólo superadas en mi memoria por las de Balbino en Sanlucar.Continuamos con una ensaladilla Sanluqueña(7eur),bastante buena (no olvidar que Jose Calleja su cocinero-propietario paso por rte como El Olivo ó Rafa) con un pequeño toque personal que no desvelare.Cazón en adobo(9eur)quizas lo más flojo de la cena;el adobo demasiado ligero para mi gusto y el rebozado poco crujiente.Hasta aquí los platos de barra.
El plato de comedor fue un guiso de Hurta (19eur)con un fondo espectacular;gran plato.No tomamos postre ;buen detalle disponer de varias variedades de cafe .Colombia (1,95 eur).Carta de vinos corta pero muy bien tarifada,gran varidad de manzanillas por copas.Mí primera eleción Botani 2010 fue devuelta por no encontrarse en optimas condiciones y Lapola 2008 (18 eur)acompaño perfectamente toda la cena.Agua 1/2l(1,9eur).Buena velada rematada con una agradable conversación en Jose Calleja.Como única objeción,diria que las raciones son algo exiguas.Todos los precios estan con iva incluido